El 11 de septiembre de 1975 estalló una bomba en Berazategui, en el monumento a Sarmiento. La onda expansiva mató a quien la colocó, el militante de la Unión de Estudiantes Secundarios (UES), Néstor Ibarra de 18 años de edad. Era presidente del Centro de Estudiantes del Comercial N° 2 de Ranelagh. Luego de este desgraciado episodio su casa fue ametrallada por coches civiles sin patentes y sus compañeros de colegio recibieron amenazas anónimas, para que “dejaran de joder organizándose porque sino iban a ser boleta”. Pero esos mismos compañeros la tenían clara: “Néstor era un compañero representativo y peronista, que se preocupaba por lo que pasaba en el colegio y por todos nosotros”.