“Teresa”. Provenía de una familia de clase media alta. Se crió en la zona del Barrio Inglés de Temperley y estudió en el colegio Alemán de la zona. Quedó huérfana de padre desde muy pequeña y su madre, Amalia Noemí Job, se hizo cargo de sus estudios en un afamado colegio público y estatal: el ENAM de Banfield, (que entre paréntesis, cuenta lamentablemente, con 29 ex alumnos asesinados por la última dictadura militar). Su caridad la llevaba a visitar casas de enfermos para ayudarlos en sus curaciones, hacerles compañía y hasta entretenerlos leyéndoles cuentos. Se recibió de médica y comenzó a trabajar en un hospital y tres salitas de primeros auxilios en barrios carenciados. Los vecinos sabían que podían contar con ella y su marido: “ella atendía a cualquier hora de la madrugada que se necesitara”. Para esa época ya se había casado con Mario Aníbal Bardi (ver su registro) a quien conoció en un grupo de la Acción Católica. Se fueron a vivir a Bánfield, y ambos también conjuntamente, comenzaron su militancia en Juventud Peronista y Montoneros en el área de Sanidad. Fue secuestrada-desaparecida a la edad de 25 años, el 16 de noviembre de 1977, en Lomas de Zamora, provincia de Buenos Aires. Diez meses antes, su marido había corrido igual suerte. La hija de ellos, Selva Bardi, luego de un largo batallar familiar pudo recuperar la casita donde vivían sus viejos ya que se la había apropiado un represor. En el techo de esa vivienda ella encontró –pese al tiempo transcurrido- cartas y papeles políticos escondidos por sus padres oportunamente. Ella es antropóloga y profesora de danzas africanas, conduce el ballet Bembé Guiné, espacio artístico de resistencia, nació en Buenos Aires y vive en Tucumán. Tiene una hija (nieta de Claudia) que tiene 5 años de edad.