Cursó la primaria en una escuela privada laica y el secundario en un comercial estatal. Ingresó a Económicas con 17 años. Se recibió de Licenciado en Administración en agosto del ’72 y contrajo matrimonio con Graciela Masa, hija de un industrial en el ramo de los ascensores. Tras graduarse, Lagrotta comenzó una segunda carrera, Sociología, también en la UBA, y fue docente universitario hasta que la gestión Ottalagano lo hechó en octubre de 1974. Un amigo de entonces lo recuerda con cariño: “Alejandro comía los tallarines con tenedor antes que Tato Bores. Y si por una de esas casualidades se te ocurría cortar los fideos, se levantaba de la mesa y te mandaba a la mierda. Era un bostero insoportable, típico hincha de Boca, fanático, vehemente, buen tipo, machista. Podía vestir saco y corbata y a los dos segundos sacarse la corbata, tirar el saco, desabrocharse la camisa y cantar la Marcha Peronista…”. Trabajaba en FATE electrónica y por su intermedio muchos compañeros consiguieron trabajo en esa empresa nacional. Peronista revolucionario; montonero, dirigente del Partido Peronista Auténtico, milita en Zona Norte del Gran Buenos Aires (UB “Combatientes Peronistas”. Mitre y Malaver. Munro). También integró las coordinadoras fabriles en 1975. Luego del golpe, ya clandestino, es “chupado” en el Café de los Angelitos junto a su esposa, el 26 de abril de 1976, cuando se llevaron también a Jorge Lizaso y a María del Carmen Nuñez. Aquella –su esposa- fue liberada luego de estar 7 días en cautiverio, Oscar Alejandro sigue desaparecido. Tenía 31 años. Fue visto en la ESMA antes de su asesinato. Como tantos otros compañeros, dejó la vida en esa lucha irrenunciable por la dignidad de su Patria tan querida y la felicidad de nuestro Pueblo.