“Rosita”. Proveniente de una familia peronista, sufrió desde chiquilina las proscripciones y los golpes de Estado. De adulta adhirió al peronismo revolucionario, y como bien dicen quienes la conocieron, acostumbrada a esto de resistir dictaduras militares, continuó su compromiso solidario hasta las últimas instancias. Volcó su vocación docente hacia los más necesitados. En tal sentido, brindó apoyo escolar gratuito a los chicos del barrio, muchos de ellos provenientes de la villa 11-14 (Villa Rotonda de Varela). El 28 de abril de 1977, un desproporcionado operativo militar con luces de bengala y bombas de estruendo, cercó las manzanas aledañas con la clara intención de amedrentar a los vecinos. Un grupo de tareas irrumpió en el domicilio de Erezcano 2942 del barrio de Pompeya y secuestró a Rosa Lamorte de Lombardo. Pompeya quedó sin Rosita; Luis Gabriel y Marcelo sin mamá, con sólo 6 y 8 años respectivamente. Antes de su muerte fue vista en un cuartel militar de Villa Martelli. Su madre, Eugenia Costa, formó parte de las Madres de Plaza de Mayo hasta su fallecimiento en 1982. Paradójicamente, a Rosita se la llevaron 2 días antes de que las Madres empezaran a hacer sus rondas en la Plaza de Mayo. Un recordatorio a su memoria, por parte de sus hijos, en “Página 12” del año 2007 dice: “A 30 años de tu secuestro y desaparición durante la última dictadura militar, reivindicamos tu lucha y tus sueños de una patria más justa, libre y soberana”