“El Flaco”. Nieto de inmigrantes e hijo de una humilde familia de agricultores. Fue el número 11 de trece hermanos. Nació un 8 de febrero de 1927 en San José del Rincón, Santa Fe y fue secuestrado-desaparecido un 23 de enero de 1975, en tanto se dirigía a su pueblo en un micro que hacía el trayecto Rosario-Santa Fe. Todos lo conocían como un tipo generoso, desprendido, noble en su amistad, siempre dispuesto a ayudar, aconsejar y socorrer a los necesitados. Sus placeres terrenales eran los mismos que los de mucha gente de pueblo: el boliche, un vinito y fumarse un pucho. Era peronista hasta la médula y en su imaginario, Juan Domingo Perón, “El Pocho”, era lo máximo. Fue suboficial del Ejército para gambetear el hambre; allí había techo y comida segura. Se especializó como Técnico Motorista. Y se jubiló en 1974. Hombre de fuertes convicciones políticas, su inserción en las FF.AA. y los acontecimientos políticos de los ’70 lo encontraron del lado del pueblo, apoyando a la Juventud Peronista. Su hija Silvina, que tenía 7 años cuando Lartiga fue desaparecido asegura que “Sus ojos azules nunca dejarán de alumbrarme”.