“Lucía”. Nacida el 12 de julio de 1946. Trabajó en la Facultad de Medicina, en su departamento de alumnos, desde fines de los ‘60. Era muy alegre, tocaba la guitarra y gustaba de cantar folclore. Solidaria y de carácter fuerte cuando hacía falta. Fue militante gremial de APUBA y también de Juventud Trabajadora Peronista (JTP). Oficial montonera. Al momento de su muerte con 31 años, estaba en pareja con Carlos Fassano (ver su registro). Intentaron secuestrarla en el barrio del Abasto el 18 de mayo de 1977, por un Grupo de Tareas de la Escuela de Mecánica de la Armada (ESMA) al mando del “Cuervo” Astiz quien la capturó personalmente. Llega a ese lugar muerta ya que alcanza a morder la pastilla de cianuro que llevaba en la boca. El cuerpo sin vida de Lennie fue visto en la ESMA por su cuñada Silvia Labayru, también secuestrada con anterioridad. Su familia la recordó en el 2003 con una parte de “Poemas de Batalla” de Paco Urondo: “Que haya paz en su memoria por la que vive. Que haya eterna gratitud por su generosidad eterna”. En su barrio, en la Plaza de Almagro, se colocó una baldosa en su memoria. Así mismo, en 2006, en otro obituario de “Página 12” con su foto, escrito por familiares y amigos, pueden leerse párrafos, a su memoria, de una canción del cantautor cubano Silvio Rodríguez: “La última vez la vi irse contenta y desnuda, entre humo y metralla. Iba matando canallas con su cañón de futuro”. Además, Leila Guerriero en su libro “La llamada” recupera un escrito de Silvia Lennie: “Desde que desapareció mi hermana, su ausencia lo abarca todo y me acompaña. La secuestraron, mordió una cápsula de cianuro para no caer con vida y habita el río desde entonces”.