“Ruso”. Dirigente de Juventud Peronista (JP) y Montoneros, nacido el 12 de diciembre de 1950 y asesinado el 17 de marzo de 1977. Por su asesinato fue investigado el coronel Roberto Roualdes, un símbolo de la dictadura, que gustaba autodefinirse como el “señor de la vida y de la muerte en el Olimpo”; un campo de concentración clandestino que dirigía en el barrio porteño de Floresta. Este genocida murió el 29 de diciembre de 1995. Lerner fue visto también, en el CCD “Club Atlético” antes de su asesinato. En aquel 17 de marzo, según se pudo averiguar, una patota fuertemente armada entró a la fuerza a su domicilio con intención de secuestrarlo. Unas horas antes había sido secuestrada su compañera de vida y militancia María del Carmen Reyes. A los 10 minutos que entraron los secuestradores sonó un único disparo y Mario fue arrojado al patio del primer piso. El padre de Mario debió realizar numerosos trámites para que le permitieran reconocer el cadáver y le entregaran su cuerpo, hecho que ocurrió el 23-3-77. Solo pudo obtener la autorización para inhumarlo en el cementerio judío de La Tablada cuando se avino a formar un documento comprometiéndose a no retirar los restos del país. En marzo de 1997, ante un nuevo aniversario de la muerte de Mario Lerner, sus padres y hermanos, colocaron un obituario con su foto, en un matutino con el fin de rendirle una vez más homenaje. Allí podía leerse: “Porque tu humanismo te llevó a entregarte a la lucha por una sociedad más justa, en la cual la solidaridad sustituya a la explotación, Porque te seguimos queriendo y nunca te olvidaremos. Porque seguimos confiando en un futuro mejor. Jamás perdonaremos a tus asesinos, a los que les aseguraron impunidad e indulto y a sus mandantes y beneficiarios”.