Roberto
Baschetti

Lerouc, Armando Alfredo

“Chastro”, porque era un desastre para vestirse. Hijo de Antonio Armando Lerouc empleado de la bodega “Greco Hermanos” donde se desempeñaba como albañil y de Elida Orlandi, ama de casa. Oriundo del Departamento San Martín en Mendoza, donde nació un 13 de agosto de 1951. Su amigo de secundario, Oscar Matellane, lo recuerda: “Con el ‘Loco’ Lerouc eramos re-amigos; era muy buen tipo, un amigo de esos que si había una pelea, cuando íbamos a los bailes, si el tipo se tenía que matar por defenderte a vos, se mataba. Aparte era grandote y bueno para las trompadas (…) A él lo matan por las ideas que tenía. Vos ibas a la casa del ‘Loco’ y en la pieza tenía un poster del Che Guevara, otro de Perón, tenía montones de libros, siempre estaba leyendo a Marx. A mí me decía que lo leyera, pero a mí esas cosas no me gustan, yo le decía: dejáte de joder ‘Loco’. A mi lo que me gustaba era jugar al fútbol y así me hice amigo del ‘Loco’. El ‘Loco’ era buenísimo, un cinco de aquellos… Fanático de Boca y era un chastrín para vestirse, andaba siempre así nomás”. Armando Alfredo Lerouc fue parte de una generación de jóvenes que cuestionaban, o directamente rechazaban, los modelos socioculturales heredados y se empeñaban en la construcción de una cultura diferente de la recibida por sus padres. Lerouc militaba en Montoneros. Caído durante un tiroteo en San Juan, el 20 de noviembre de 1976. Con él muere, su compañero de militancia Mario Martínez (ver su registro). Ambos concurrieron a una cita envenenada en la cual tenían que encontrarse con Roque Moyano (ver su registro), secuestrado y torturado por las fuerzas represivas el día anterior. Aldo Morán, sobreviviente y que también concurría a la misma cita, relata lo ocurrido: “La cita era en Pocito entre la calle Mendoza y la Ruta Nueva. Voy en bicicleta con la mujer de Cobos que estaba embarazada y con su bebé en brazos. Nos damos cuenta al tomar la calle Mendoza que en la esquina se encuentra un militar o policía, aunque estaba vestido de civil, pero ya no podíamos volvernos. No le llamamos la atención y pasamos. Sentimos un tiroteo y salen milicos por todos lados a los gritos en forma desorganizada. Nos metemos en una casa y nos separamos, yo me voy en la bicicleta para un lado y ella con su hijita para otro y ambos nos salvamos. Al volver veo los cadáveres de los dos compañeros, el ‘Chastro’ Lerouc y Mario Martínez, sus dos cuerpos tirados en el piso, ellos habían ido en una moto a la cita. En esa confusión creo ver a otro compañero que había sido secuestrado el día anterior. ‘Mariano’ ó ‘Mauro’ (Luis Roque Moyano), estaba en un Ford Falcon, muy golpeado lo sacan de los pelos y lo vuelven a meter”. Ese mismo día, secuestran (y desaparecen) a la esposa de Lerouc, la mendocina Marta Elida de Lourdes Saroff (ver su registro). Según Evita Lerouc, hija de Armando Alfredo, “el cuerpo de mi papá lo pudieron recuperar luego del operativo en el cual lo abatieron y según me comentaron mis abuelas, tenía varios tiros en el cuerpo y parecía tener el tiro de gracia en la nuca, pero al decir de mi abuela paterna (Elida), tenía su cara en paz, según ella era como que irradiaba paz”. Será Elida quien cuenta otra anécdota hermosa de su hijo sobra la tarea que desarrollaba en los barrios necesitados: “El iba a enseñarles, les decía que la pobreza no tenía que existir, que ellos tenían derecho a reclamar, que se organizaran, que formaran una comisión, porque ellos también tenían derechos… algunas cosas consiguieron … que les pusieran el agua potable por ejemplo (…) Cuando se fue a San Juan también. Mi hijo le enseñaba a amasar los fideos, porque decía: Mi vieja los hacía así, y esta es una comida que rinde, les decía… y también llevaba a la nena a jugar con los hijos de los villeros y yo le decía: ‘Nene, como llevás a la nena a esos lugares’, y él decía: ¡¡Ah, porque es tu nieta!! Por eso… ¿Y los otros no son niños? ¿No sufren? ¿No son nada para vos? Así era… él quería la igualdad…”. No podría concluir esta reseña sin contar sobre el casamiento de Lerouc con su mujer. Armando y Marta se casaron el 18 de octubre de 1973 en una ceremonia religiosa militante, llevada a cabo en el santuario popular de la difunta Correa en San Juan y realizan luego la fiesta de casamiento en la sede del Partido Justicialista de San Martín. La participación al casamiento rezaba así: “Juventud Peronista, Regional VI, Distrito III, te comunica que el día 18 de octubre, SAN PERÓN, se casarán nuestros compañeros, militantes de la causa popular, Marta y Armando, en la ciudad de General San Martín. Octubre mes de la Lealtad y Fe Revolucionarias. Viva la Patria. Perón ó Muerte”.