Nació en Rosario el 21 de julio de 1933. Su primer empleo fue como mensajero del correo, establecimiento donde trabajaba su padre. En 1955 se recibió de maestro y luego de procurador. A partir de 1963 comienza a trabajar en el asesoramiento jurídico de los sindicatos. Ese mismo año, a nivel local reivindica la figura y busca la revisión histórica del caudillo federal Ángel Vicente Peñaloza, con motivo del centenario de su muerte. En 1964 es integrante de la denominada Comisión de Movilización por el regreso de Perón a la Patria, cuando se protagonizaron innumerables movilizaciones y tomas de fábricas. En marzo de 1968 es uno de los promotores en Rosario, de la CGT de los Argentinos. Para enero de 1972 conjuntamente con otros compañeros fue detenido e incomunicado durante 20 días, en dependencias de la Jefatura de Policía de Rosario y trasladado luego al sector militarizado de la Cárcel de Encausados de esa ciudad. (Ciudad convertida en un verdadero feudo dictatorial por el general Juan Carlos Sánchez, quién acusado de repetidos casos de torturas y vejaciones, fue ajusticiado por un comando mixto de FAR y ERP el 10 de abril de 1972). Lescano quedó a disposición del Poder Ejecutivo Nacional (PEN) y no pudo ejercer su derecho de defensa, fue sometido a un régimen carcelario brutal e inclusive rapado por sus verdugos. Luis Eduardo, militante de base, era por entonces un destacado dirigente peronista en Rosario, maestro en escuelas nocturnas y participante activo en las tareas de organización de un sindicato de maestros provinciales. Ya en libertad (mayo 1972) adhirió con entusiasmo y combatividad al Frente Justicialista de Liberación (FREJULI) con vista a las elecciones del 11 de marzo de 1973. Con el triunfo popular, trabajó como delegado en la Dirección Nacional de Educación del Adulto (DINEA) donde buscaba con ahínco la organización de la gente de las bases. Una anónima compañera que trabajó con él, recuerda: “Unos podían ser maestros de otros, sin tener títulos. Proponía la idea de la posibilidad del aprendizaje constante, permanente, de poder dar y recibir. Había centros de trabajo en las villas, en los barrios y en algunos sindicatos. Para él no se trataba solamente de la enseñanza instrumental –la parte matemática, de lengua- sino básicamente de enseñar a pensar, que es lo que el sistema trata de evitar, y de hacer conocer los derechos. Escribió gacetillas sobre los derechos de los chicos que trabajaban como peones albañiles y portuarios, y de las chicas que se empleaban como sirvientas. Siempre insistió en la necesidad de agremiarse y agruparse”. Al intensificarse nuevamente la represión, fue abogado de presos políticos. Afiliado también al Partido (Peronista) Auténtico cuando la traición isabelina. Fue secuestrado junto a su colega Felipe Rodríguez Araya por un grupo armado paramilitar y asesinado en un descampado de Ricardone, a 32 km. de Rosario, en la madrugada del 30 de septiembre de 1975. Su cuerpo tenía más de 40 impactos de bala. Además, el 20 de abril de 2022, en una ceremonia presidida por el secretario de Derechos Humanos de la Nación, Horacio Pietragalla, se restituyeron en la vereda del Centro Cultural Kirchner (CCK), ex Correo Argentino-Casa Central, baldosas con nombres de los secuestrados y asesinados en ese gremio de Encotel; Lescano entre ellos.