Roberto
Baschetti

Lesgart, María Amelia

“Mariela” y “Mele” para su círculo familiar. Nació en Córdoba, el 14 de agosto de 1951. Maestra normal. Estudiante de Arquitectura entre 1969 y 1973. Militante de Juventud Universitaria Peronista (JUP). Secuestrada-desaparecida en Córdoba el 25 de abril de 1976 en una comisaría de la seccional sexta, cuando fue a denunciar el secuestro de su hermano Rogelio sucedido horas antes (En esa dependencia policial estaba el grupo secuestrador, cuyo jefe –capitán Vergéz- se identificó como perteneciente al Ejército e hizo que detuvieran a María Amelia, que fue llevada el campo de concentración “La Perla” luego). Al momento de los hechos ella contaba con 24 años de edad. A su padre, que la acompañaba, en la misma seccional policial, lo hicieron marcharse y tres días después, cuando se llevaron de esa dependencia a los dos hermanos –nunca más aparecieron con vida- no le aceptaron la denuncia y los reclamos, manifestando que la desaparición de María Amelia era un procedimiento del Ejército y que ellos no podían aceptar denuncias contra las Fuerzas Armadas. Un vívido relato de la amistad con ella, hizo su amiga de entonces Graciela Mengarelli: “Conocí a ‘Mele’ en el año 1963 cuando juntas ingresamos al Normal, como se llamaba en ese entonces a la Escuela Nacional de Profesores Alejandro Carbó (…) Me entendí con ella apenas la conocí. Nos unían búsquedas comunes, intereses, valores y fundamentalmente, cierta manera de ver y vivir el mundo. Ella era intensa, alegre, inteligente, estudiosa, cuestionadora. Siempre ávida de lecturas y de arte. Pertenecía a una familia de la que me enamoré enseguida. Cinco hermanos que, además de estudiar sus carreras, eran músicos. En la casa de los Lesgart, en la Avenida 24 de Septiembre, se escuchaba el oboe de la Pety, el arpa de Susy, los amigos que estudiaban, discutían o reían. A la noche el cine ‘Sombras’ para todos, en sus dos programas dobles semanales. La vida y la creatividad estaban siempre en plena efervescencia. Hasta hubo una vez, un enorme y colorido papagayo que Liliana, la hermana mayor, que vivía en Bélgica, había traido de un viaje (…) ‘Mele’ siempre vivirás en mi corazón, en mi teatro y en la memoria de ‘las chicas del Carbó’ promoción ’68, con quienes siempre brindamos por vos el Día del Estudiante”.