“Momentos de alegría vivieron los compañeros del Sindicato de Vendedores de Diarios de Córdoba. Los ‘canillitas’ festejaron con un asado la libertad de uno de sus compañeros de trabajo. Volvía al seno del pueblo por el cual luchara, el compañero Crisóstomo Lezcano, después de tres años, dos meses y veinte días de cárcel, impuestos por el CONINTES, que pretendió acallar la rebeldía de las masas populares encarcelando a sus elementos más combativos. El delito de Lezcano fue militar desde su juventud en el peronismo y desarrollar sus actividades gremiales como Secretario Adjunto del gremio al cual pertenece. Recuperaba su libertad el 26 de julio. Fecha que señala la desaparición de la Abanderada de los Trabajadores (…) ‘Compañero’ estuvo presente, junto a la madre de Lezcano, su esposa e hijos, y a nuestros amigos los canillitas que prodigaban su afecto al hombre que conoció distintas cárceles del Sur por el solo hecho de reclamar justicia y libertad. El ejemplo de Lezcano debe hacernos ver con absoluta claridad que solo el accionar conjunto de los trabajadores pondrá freno a la reacción”. (Diario de la resistencia peronista “Compañero” N° 10, de fecha 12-8-63). Lezcano en la foto que ilustra este registro está con saco y remera oscura, rodeado por sus compañeros de trabajo.