“El Negro Felipe”. Nacido el 20 de mayo de 1950 en San Miguel de Tucumán. Era el tercero de seis hermanos, integrantes de una familia de raíz católica. Estudiaba Agronomía en la Universidad Nacional de Tucumán y trabajaba en la Universidad Tecnológica Nacional. “Julieta Locasio de Herrera afirmó que su hermano René Locasio (23 años), quien según ella integraba la organización Montoneros, fue fusilado en 1975 por fuerzas de seguridad en la provincia de Salta, donde se hallaba transitoriamente, y no murió en un enfrentamiento entre ‘fracciones del peronismo salteño’ como declaró la suegra del militante, en su testimonio ante la Cámara Federal que juzga a los ex comandantes. Locascio de Herrera, responsabilizó de la muerte de su hermano al comisario Livi, quien se desempeñaba en esa época como titular de la delegación salteña de la Policía Federal. Añadió que el 20 de abril de 1975, en una finca de San Lorenzo, -su hermano- fue sacado vivo junto a otro compañero (Ramón Antonio Díaz) y fusilados ambos en el acto por las fuerzas represivas al mando del operativo. La señora de Herrera expresó que, en un gesto inusualmente humano, su propio asesino, el delegado de la Policía Federal de Salta, comisario Livi, entregó el cadáver a mis padres. Finalmente, para evitar la desvirtuación de la lucha inquebrantable de mi hermano y otros miles de militantes, enfatizó que él –Esteban René Locasio- quería la felicidad del pueblo y la grandeza de la Patria y, como militante del Peronismo Montonero estaba opuesto a la traición del gobierno de Isabel, denunciando que sus coqueteos y entrega a la oligarquía y al imperialismo traerían finalmente un nuevo golpe de Estado”: Cable de la Agencia D y N. del 17 de julio de 1985. El tucumano Locascio –responsable de Montoneros en Jujuy con el grado de oficial- estaba en pareja con María Teresa Cerviño, siendo padres de una hija llamada Inés Cecilia. A él, su creencia religiosa –era militante de la Acción Católica y política –peronista- lo había llevado a trabajar con los obreros del Ingenio Ledesma. Actualmente (año 2012) el juez federal Julio Leonardo Bavio procesó a los represores Miguel Raúl Gentil y Joaquín Guil por los homicidios de ambos militantes peronistas (Locascio y Ramón Antonio Díaz). Según cuenta una propia fuente montonera, Tanto él como Díaz venían de ajustar cuentas con la patronal del Ingenio Ledesma, por un conflicto laboral que perjudicaba a los trabajadores, y en el camino hubo un enfrentamiento donde cayó un comisario, así que andaban como locos buscándolos a ellos. Llegaron a una casa en San Lorenzo, Salta, donde no sabían que su dueña ya había caído en manos de la represión. Al rato llegó allí la policía, se resistieron para no entregarse con vida y los asesinaron a balazos.