“Aníbal”. “Negro”. Nació en Lanús un 22 de diciembre de 1952 y se crió en Burzaco –provincia de Buenos Aires- cursando sus estudios en un colegio religioso de Rafael Calzada. Pelo negro de jopo rebelde, flaco y fibroso. A los 20 años se fue a vivir a una pensión, pero más tarde volvió a mudarse con su familia a un conventillo en Constitución. Tuvo distintos trabajos, y en ocasiones compartía el sueldo entre compañeros o vecinos, porque consideraban que era “lo justo”. Detenido-desaparecido el 7 de noviembre de 1976 en el Barrio de Belgrano (calles Ciudad de la Paz y Olazábal), alrededor de las 20 hs. y visto con posterioridad en el CCD Escuela de Mecánica de la Armada (ESMA). Tenía por entonces 24 años. Era estudiante de Arquitectura y le faltaban tres materias para recibirse; fue delegado del Centro de Estudiantes y militante de la Juventud Universitaria Peronista (JUP) y Montoneros. En la facultad conoció a Graciela. El día de su casamiento estaban todos sus compañeros de JUP y él, en la solapa de su saco, exhibía con orgullo una estrella federal montonera; vivieron juntos en La Tablada, pero luego se mudaron a Mataderos. Jugaba al rugby en el Club Pucará desde los 8 años y era hincha de San Lorenzo por lo que siempre llevaba una bufanda tejida por su madre con los colores azulgrana de ambos equipos. A Ricardo le costaba levantarse temprano, entonces ponía el despertador dentro de una olla para que sonara más fuerte. Antes de ir a la Facultad, por la mañana trabajaba en el mantenimiento de ascensores de edificios. Su única hija María Victoria (todo un símbolo) Lois, nacida el 15 de agosto de 1976, 2 meses antes de que desapareciera su padre, hizo una presentación ante la jueza electoral María Servini de Cubría, en diciembre de 2002, para que en los padrones electorales figure que su padre está desaparecido, “no que lo borren”, como si nada. El papá de Ricardo Omar Lois, el abuelo de María Victoria, había sido militante de la Resistencia Peronista luego de la caída de Perón en 1955.