“Gallego”. 28 años. Nació en Fonsagrada, Galicia, España, el 8 de febrero de 1948. Se vino a los dos años a la Argentina con su madre luego del fallecimiento de su padre. A comienzos de la década de los ’70 y luego de una intensa militancia, con su compañera María del Carmen Luppo –con la que se casó en 1974- , decidieron ir a trabajar en lo político y social a los barrios. Con otros compañeros alquilaron un local en Pastor Luna y San Lorenzo, partido de Villa Bosch, provincia de Buenos Aires (límite con la General Paz), donde conformaron la Unidad Básica “John William Cooke”, enfocando su trabajo militante concretamente en el barrio Los Manzanares. Como miles de jóvenes de su generación se sumaron al peronismo montonero. Trabajaba como auditor contable mientras completaba sus estudios de asistente social. Por la mañana del 16 de diciembre de 1976 y a la edad de 28 años, a Urbano se lo llevó de su casa un grupo armado que viajaba a bordo de dos vehículos. Dejó dos hijos Mariana y Rodolfo; éste nacido 6 meses después de su desaparición. Se sabe que fue asesinado el 31 de diciembre de ese mismo año y su cuerpo enterrado como N.N. en el cementerio de Isidro Casanova, provincia de Buenos Aires, y de allí recuperado por el Equipo Argentino de Antropología Forense (EAAF) en octubre de 2011. Sus restos actualmente descansan en el denominado “Espacio por la Memoria” instalado en el Cementerio de Pablo Podestá, distrito de Tres de Febrero, provincia de Buenos Aires. También, en el barrio hay una placa con su nombre y la de los demás compañeros que cayeron en aras de un país mejor. Según explica su mujer, Urbano “era una persona común y silvestre, como tantas otras. Tenía la perseverancia del gallego y cuando se empeñaba en algo, nada lo apartaba de su misión. No se si eso es ser valiente, pero si es así, entonces lo era. A pesar de lo difícil que estaban las cosas para gente como nosotros con la llegada de la dictadura, nunca se nos ocurrió exiliarnos”. Actualmente, María del Carmen Luppo pertenece a la Comisión de Desaparecidos Españoles en Argentina. Y su hijo Rodolfo, heredó del padre su pasión por ayudar a los demás y está trabajando para la O.N.G. “Médicos del Mundo”.