Nacido en Paso de los Libres, Corrientes. Falleció un viernes 14 de enero de 1983 en Palma de Mallorca, España, cuando su corazón dijo basta. Allí estaba exiliado. El “Negro” Martiniano era un militante del peronismo, sindicalista y activo participante de lo que fue la experiencia de “Cine Liberación” conducida por Solanas y Getino. Sin ir más lejos, fue el personaje “Picardía” de la cinta “Los Hijos de Fierro”. (La foto que ilustra esta sucinta biografía es de cuando interpreta dicho personaje). Tenía 51 años, pero aún mantenía el fuego sagrado y la lucha de un pibe de 20. Como dijeron sus compañeros en el exilio al despedir sus restos: “Nos duele saber que no podrás ver lo que tanto anhelabas; la caída estrepitosa de esta dictadura militar que te obligó a exiliarte tan lejos de tu gente y saborear así la recuperación de la democracia para las mayorías. De lo que no habrá dudas, es que cuando pisemos nuevamente nuestro suelo, estarás con todos nosotros; entre la multitud y con el grito de la victoria peronista entre tus labios”. Más datos sobre su persona: En los comienzos de la Resistencia Peronista fue delegado en la fábrica Alpargatas, participando de la histórica huelga del año 1956, que duró 55 días y culminó con el encarcelamiento de los que ejercían la conducción del conflicto, en la cárcel de Caseros; Martínez era parte en la interna de Textiles, de la Lista Verde que dirigía otro “Negro” famoso: Andrés Framini. Una vez liberado y luego de mantenerse a base de changas, consiguió ingresar a la automotriz General Motors, luego de truchar antecedentes laborales que por supuesto no hablaban de su pasado como activista gremial. Allí, primero formó parte de la Comisión Interna, y junto a otros compañeros fundaron el sindicato SMATA (Sindicato de Mecánicos y Afines del Transporte Automotor). Al mismo tiempo, por afuera del sindicato presidía la Agrupación “24 de Febrero” que funcionaba en el viejo local de Loria e Independencia de Capital Federal, lugar donde se brindaba apoyo a todas las agrupaciones peronistas que luchaban por el retorno del General Perón a la patria. Luego de ser nuevamente despedido de su trabajo y nuevamente encarcelado, de vuelta en libertad, ingresó a trabajar en el gremio de curtidores de Avellaneda, organizando a los compañeros de las fábricas que aún no tenían delegados honestos y combativos que los representaran frente a la patronal. Paralelamente comenzó a mostrar su interés por la cultura nacional y popular y creó un grupo de teatro con los compañeros del gremio que actuaron en los barrios de la zona sur del Gran Buenos Aires, transformando cada actuación en un acto peronista. Como dije al principio de esta reseña, luego se conectó con el Grupo Cine Liberación: fue en 1967. Con el golpe cívico-militar del ’76 fue una vez más apresado y “desaparecido”, luego lo blanquean y al final lo liberan. Se exilia en España en 1978 ayudado por “Pino” Solanas.