Medina, Marcelo

“El 14 de marzo de 1960, el Movimiento Peronista debió lamentar una baja en sus filas. Un hombre humilde y sincero, que había sido detenido por su fe peronista y su rebeldía ante la entrega del patrimonio nacional y la persecución del Pueblo, era salvajemente torturado en la oficina 202 del Departamento Central de Policía, división ´Delitos Federales´ por oficiales de Coordinación Federal y del SIDE. Se llamaba Marcelo Medina, militaba en el Comando de la Resistencia ‘Capitán Costales’ (inmolado el 9 de junio de 1956 en Lanús) y, a consecuencias de las brutales torturas a que fuera sometido, falleció en la madrugada del lunes 14 de marzo de 1960. Su captura se produjo el 12 de marzo, a altas horas de la noche, por orden directa del Poder Ejecutivo. Trasladado a la Jefatura de Policía, comenzó el camino del martirio, camino glorioso que lo llevaría a ocupar un sitio de honor en el Panteón de Héroes de la Patria. Al bravo Compañero Medina le pedían nombres y direcciones, lugares de reunión y depósitos de explosivos; le gritaron si conocía a éste o aquel, pero sus labios permanecían mudos, sellados por la sagrada promesa de no traicionar a sus Compañeros (…) Por fin los labios de Medina se entreabrieron. Sus torturadores sonrieron, pensando en que ya habrían quebrado aquella voluntad de acero. Medina respiró hondo y mirando de frente a sus verdugos, gritó con sus últimas fuerzas: ¡Viva Perón! ¡Viva la Patria! (…) Luego sus infames asesinos, montaron la escena para eludir la responsabilidad que les cabía. Tomaron el cuerpo del valiente que murió por no delatar a sus Compañeros y lo arrojaron desde una ventana del 3° piso, sobre la avenida Belgrano, pretendiendo hacer creer que Marcelo Medina se había suicidado. La Juventud Peronista da su ¡Presente! ante la tumba del Compañero caído y jura continuar luchando por la Patria y por Perón, hasta la consumación total de la Revolución Nacional Peronista. Compañero Marcelo Molina: ¡Presente!”. (Trinchera de la Juventud Peronista N° 5. Marzo-Abril 1961).