Tomado de un homenaje a su memoria. “El 14 de mayo de 2002 murió Mario Elpidio Méndez, afectado por un problema de salud. El año anterior había renovado su banca como concejal de Olavarría para el período 2001-2005, algo que finalmente no pudo completar. Lo hizo a través del Polo Social, que se constituyó como tercera fuerza política, por fuera de los dos partidos tradicionales. Fue un reconocido militante de la Juventud Peronista. Cayó detenido por las fuerzas militares en septiembre de 1977 junto a otros compañeros. Pasó por varios centros clandestinos (entre ellos Monte Pelloni) y distintas cárceles (Caseros y Rawson), siendo liberado recién en el año 1984. A partir de allí comenzó su fuerte compromiso con el proceso de Memoria para esclarecer lo que pasó; convirtiéndose en el principal promotor de las investigaciones que se realizaron con entrevistas a familiares y sobrevivientes a nivel local. Todo ese proceso de reconstrucción histórica tuvo su síntesis en el ‘Informe de la Memoria’ en 2001, uno de los archivos documentales más importantes sobre la dictadura en la ciudad, el cual fue redactado centralmente por el propio Méndez”. A continuación: Fragmentos de carta escrita por Graciela Edith Llorente de Méndez y leída en el HCD de Olavarría en mayo de 2012, a 10 años del fallecimiento de Mario Méndez. “Mario nació en Benito Juárez, provincia de Buenos Aires, el 2 de diciembre de 1952 (…) Alrededor de 1964/1965 un problema económico de la familia los traslado a Olavarría. Mario hizo en la Escuela N° 17 uno o dos grados últimos de la primaria. Vivian en Pueblo Nuevo. Algunas veces vendía helados para tener su propia plata para ir al cine, que era otra de sus pasiones. Hizo el secundario en el colegio Comercial y allí creo que conoció a ‘Bombita’ Fernández. Por lo menos de estos años surge su amistad. Para ayudar a su familia (Papá Elpidio, Mamá Delia y hermanas Mirta, 6 años mayor, y Graciela, 9 años menor aproximadamente) comienza a trabajar como aprendiz en una carpintería para barrer, cebar mates y alcanzar las herramientas. Por esa razón termina el secundario en turno noche en 1970. En 1971 fue a La Plata a estudiar periodismo. Sus padres no podían ayudarlo y, cómo surgió la posibilidad concreta de trabajar en el hogar Sarciat como maestro carpintero o encargado de mantenimiento, volvió. El hogar Sarciat en aquel momento albergaba menores varones que sus familias no podían hacerse cargo. No eran huérfanos en su gran mayoría, ni chicos con problemas. Mario hacia los arreglos necesarios y enseñaba el oficio a los chicos que querían aprender. Allí hacia horario corrido de 7 a 13 hs. Al año siguiente, 1972, comenzó el Profesorado de Historia en Azul (Cursos anexos a la escuela Normal Nacional B. Rivadavia) donde yo lo conocí porque también estudiaba (…) Mario empezó a militar en el FIP, Frente de Izquierda Popular, presidido por el ‘Colorado’ Abelardo Ramos, también historiador, que había publicado una historia argentina revisionista (…) Igual que muchos jóvenes, Mario y yo proveníamos de familias radicales más o menos militantes pero furiosamente antiperonistas y descubrimos el peronismo leyendo, estudiando, indagando sobre lo que la historia oficial había ocultado y gracias al testimonio de la resistencia, de militantes que durante años habían ocultado sus ideas, de viejitos agradecidos a Perón y Evita, peones rurales que habían vivido grandes beneficios gracias al peronismo; personal doméstico, empleados que pudieron acceder a casa propias y gozar de vacaciones por primera vez, y mandar a sus hijos a la universidad. En 1973 Mario debió hacer el servicio militar y como las elecciones eran el 11 de marzo; fue convocado en enero y e hizo la instrucción militar en Monte Pelloni (…) No sé si fue para entonces cuando Mario empezó a militar en la Juventud Peronista”. Pasado el tiempo y con hechos fundamentales que se producían diariamente se llegó a la muerte del Viejo, el 1° de julio de 1974. Asume Isabel y aumenta su actividad la Triple A, ya abiertamente haciéndose cargo de numerosos asesinatos de militantes, estudiantes, sindicalistas y dirigentes del amplio campo nacional y popular. “Ya con las tardes libres (seguía trabajando en el hogar Sarciat) Mario empezó a trabajar como carpintero en la carpintería del ruso Alfredo Stieb (frente al corralón de Bouciguez) en la calle Chacabuco. Y seguía su militancia en la JP, aunque ya Montoneros había pasado a la clandestinidad, con reuniones semanales clandestinas. Y también controles callejeros todas las noches. (…) Una noche: 14/9/77 ‘Bombita’ le dice a Mario que un compañero que estaba clandestinamente en Olavarría con su mujer y 2 hijos pequeños no había ido al ‘control’ y debían considerar que hacer. Las órdenes eran dejar los lugares que solían frecuentar, pero sin ayuda económica ni infraestructura, aislados, no se podía ir a ninguna parte. Es así que la noche siguiente, en la madrugada del 16 de septiembre fueron secuestrados. Creo que por la hora Mario fue el último en ser levantado. El operativo en casa fue a las 2:30 de la madrugada (…) En noviembre del ’77, a principios, después de los rigurosos 45 días de desaparición, los blanquearon. Nos citaron a la tarde temprano en el cuartel (…) El 26/12 se apareció mi mamá con un tipo de civil que se identificó como un tal teniente De la Vega y quiso hablarme. Me dijo que era el defensor de Mario en el juicio, pero que él tenía amigos muertos por la subversión, que no hubiera querido que lo eligieran como su defensor (Mario debió elegir de una lista de nombres que le prestaron) y que si fuera por él (por el milico) pediría pena de muerte. Y trató de sacarme datos, si yo conocía a cierto Oscar, si sabía de la actividad de Mario y de las reuniones. A los pocos días me enteré de las condenas por el diario, que fueron otorgadas el 28/12, el día de los inocentes. Nada menos. A Mario le dieron 18 años, la pena más alta de reclusión. (…) Mario fue a Rawson, la Unidad 6. Allí estuvo hasta diciembre de 1983. Y creo que políticamente creció mucho. (…) Estuvo durante todo el ’83 palpitando desde adentro –encarcelado- todo el proceso de las listas internas dentro del peronismo, y las elecciones generales que dieron el triunfo a Raúl Alfonsín. En septiembre del ’83 aproximadamente declaran nulo lo actuado por los Consejos de Guerra y la causa de Mario pasa a la Justicia Federal en mano de juez Jorge Ferro de Azul. Un intento de auto perdón con una fallida ley de autoamnistía retrasa el juicio (o como se llame) y recién en noviembre/diciembre Ferro se hace cargo y estudia la causa. Asume Alfonsín, y dictamina que todos los presos políticos del penal de Rawson sean trasladados a penales federales cercanos a su lugar de origen. Así Mario va a parar a Devoto (Caseros, la nueva, ya estaba desmantelada). Allí el trato se hizo más humano (…) Mientras estuvo desaparecido pasó por Azul, comisaria de Las Flores (que una vez en libertad la reconoció), Monte Pelloni, La Huerta en Tandil y nuevamente Monte Pelloni (y los cuarteles). Es liberado. En 1988 desde su organización “Rojo Punzó” obtiene por primera vez una banca en el Concejo Deliberante acompañando a Juan Manuel García Blanco, ex intendente de Olavarría. En el ’89, durante los disturbios de mayo, se encuentra al frente del Consejo de Emergencia junto con sociedades de fomento, juntas vecinales, Caritas y otros organismos para organizar la agenda que llega de Nación y Provincia para paliar el hambre y la inflación galopante, evitando así los saqueos y desmanes que se dieron en todo el país. Se agrupaba lo recaudado y lo enviado del Estado en la Sociedad de Fomento ‘Roca Merlo’ y desde allí se distribuía a los presidentes o encargados de sociedades de fomento, etc., quienes conocían las necesidades de cada familia del barrio. Se repartían alimentos, ropa, calzado, colchones, etc. En 1991 disputa una reñidísima interna con Pedro Pareja que pierde por 3 votos. Vuelve a la carpintería sin abandonar la militancia, desde el llano. La carpintería de casa en el nuevo barrio Facundo Quiroga era casi una Unidad Básica. Desilusionado del menemismo que había apoyado (¡que turco hijo de puta, como nos engañó!) se acercó al Frente Grande, FREPASO, pero siempre los oportunistas de turno se apoderaban de todo. Durante 2001 comienza y lidera una propuesta de asignación universal por hijo que se concreta en un plebiscito el 14/12 que gana en Olavarría y todo el país, pero que se ve opacado por los acontecimientos de 20/21 de diciembre, la debacle y huida de De La Rúa. Ahora concretada y con buen resultado por la gestión kirchnerista, presidió con el referente ferroviario comunista Alcides Díaz una comisión por la memoria al que adhirieron todos los bloques y que tenía como objetivo hacer conocer pensamientos y accionar de jóvenes olavarrienses secuestrados y desaparecidos. Trabajo así durante casi un año entrevistando a los distintos familiares de quienes habían desaparecido en Olavarría o en las ciudades donde estudiaban. También hizo una reseña de los años previos y del accionar de la prensa y de la sociedad en general en aquellos oscuros años. Reunió todo el material y justo un año después de la propuesta y formación de la comisión lo presenta ante el consejo en forma de libro bajo el título de ‘Memoria’. El desbarajuste económico de 2002 impidió que el municipio diera autorización para la edición que quedó en la imprenta. Mario no pudo ver concretado en papel y tinta este inapreciable trabajo de la historia reciente de Olavarría. Años después de su muerte si, el mismo se concretó. En las elecciones de 2001 con Gustavo otra vez y junto al padre Farinello y el Polo Social renuevan sus bancas para el periodo 2001/2005 (y se transforman en la tercera fuerza en Olavarría), pero él no pudo completar ya que murió el 14/05/2002 tras sufrir un ACV el 10/05”.