Roberto
Baschetti

Mendizábal, Horacio Alberto

Nació el 29 de octubre de 1944 en Buenos Aires (otro registro lo da por nacido el 30 de abril de 1944 en esa misma ciudad). Tuvo un paso juvenil por Tacuara. Fundador y máximo responsable de la organización guerrillera peronista “Descamisados” en 1968. Abogado laboral, provenía de la Juventud de la Democracia Cristiana y luego cuando ese grupo armado se fusionó con Montoneros, bajo esta denominación, llegó a ser parte de la Conducción Nacional, secretario militar y comandante del Ejército Montonero. (Vale aclarar, un comandante de ejército popular muy especial porque ni siquiera había hecho la ‘colimba’). Casado, dos hijos, este hombre que dedicó toda su vida a la revolución, usaba como nombre de guerra “Hernán”, pero todos los compañeros le decían con afecto, “Flaco Mendicrim” ó “Lauchón”. En agosto de 1975 fue detenido en Córdoba y torturado y golpeado salvajemente durante varios días, pero ni así pudieron sacarle una palabra. Se vieron obligados a “blanquear” su detención. Cuando lo llevaron al despacho del Juez Federal, Dr. Zamboni Ledesma, otro compañero que se hizo pasar por abogado, encañonó al custodio, lo desarmó, le hizo sacar las esposas a Horacio y ambos se escaparon por una ventana a la calle y de ahí pusieron distancia con un vehículo en que los esperaba un tercer compañero. Inmediatamente se reintegró a la lucha revolucionaria. Se replegó al exterior luego de un año del golpe militar de1976 y volvió a luchar en la llamada “contraofensiva”. Su tarea principal consistía en dirigir las transmisiones de Radio Liberación, en vísperas de la huelga general decretada por la Confederación General del Trabajo (CGT) para el 27 de abril de 1979. Fue secuestrado mal herido en Munro, provincia de Buenos Aires, en el supermercado “Canguro”, lugar prefijado para una cita (ver registro de Jesús María Luján), el 17 de septiembre de ese mismo año, a la edad de 34 años y dos días más tarde muere en le Hospital Militar de la Guarnición de Campo de Mayo. Cabe hacer notar, que Mendizábal había aprovechado oportunamente, los vínculos solidarios y militares que Montoneros mantenía con la Organización por la Liberación de Palestina (OLP), para que esta facilitara campos e instructores en el Medio Oriente. Allí se entrenaban los guerrilleros peronistas montoneros que peleaban contra la dictadura militar y aún se recuerda un desfile de las tropas de la OLP que rindieron honores a su paso a Mendizábal y Arafat, juntos en la torreta de un tanque de guerra, en El Líbano. Su muerte ocasionó la difusión de un sentido telegrama de los palestinos que hiciera llegar Abu Jihad, miembro del comité central de Al Fatah y que en su parte esencial aseguraba que Mendizábal fue asesinado por “mano de la junta fascista” en tanto peleaba “por la realización de los anhelos de su pueblo, sus derechos, su independencia, su libertad y su progreso”. También prometía que: “Nosotros le aseguramos que continuaremos apoyándolos hasta la victoria final contra el imperialismo, el sionismo y el fascismo”. Su hijo Martín Mendizábal recuerda hechos aislados pero muy intensos de la relación con su padre, ya que él por entonces era muy pequeño. Una vez fue con su tía a visitarlo a la cárcel y “le pregunté a mi papá si me había extrañado y él me da un abrazo y me lleva hasta las camas, que estaban pegadas unas a otras, más adentro del pabellón… y estaba la foto mía”. Y la siguiente vez que va: “mi padre me regaló un libro que estaba ilustrado, con muy pocas palabras que él había redactado, sobre la liberación de América; de como San Martín había echado a los españoles de nuestra tierra”.