Roberto
Baschetti

Milberg, Rubén

Hugo Milito –compañero de militancia del “Pelado” Milberg- toma la palabra. “Hoy 30 de diciembre de 2017 murió ‘un maldito’, murió el compañero Rubén Milberg. Lo conocí por el 67’ ó el 68’cuando en Ciencias Económicas recreamos con unos compañeros la agrupación de izquierda nacional MAPU (Movimiento de Acción Popular Universitaria) perteneciente a la (UEL-UNE). Rubén, desde su peronismo, ‘rondaba la esquina’ y formaba parte de nuestro entorno. Los avatares del país y su compromiso político lo llevan a ser Decano de la Facultad de Ciencias Económicas en la época camporista y como miembro de aquella ‘Juventud Maravillosa’ suma méritos luego, para calificar como preso político de la dictadura militar de Videla. La tortura y el encierro (Jefatura de Policía rosarina, U3 de Rosario, Penal de Coronda; a su mujer embarazada, en el primero de los encierros le pegaban en la panza), le dejan algunas secuelas físicas (cierta sordera) y psíquicas, pero por si fuera necesario aún más, le galvaniza sus convicciones. Poco antes de que vuelva la democracia sale de la cárcel y retoma el ruedo de la militancia, sumándose a Intransigencia y Movilización Peronista (IMP) a la vez que, como contador, asesora a varios gremios (FOETRA por ejemplo) y cooperativas (la de la localidad de Pérez sin ir más lejos), en tanto transforma su estudio en un bunker de militancia. Retomo para entonces mi contacto con el “Pelado’ y unos años después, cuando Menem traiciona el mandato popular, en el momento del surgimiento del Grupo de los Ocho (Abdala, Brunati, etc.), él, conjuntamente con Alejandro Olmos, Eric Calcagno y los compañeros de FOETRA y ATE entre otros, se carga la mochila de denunciar la perversa, ilegítima e injusta deuda externa, en el ámbito de nuestra región. Al respecto, publica un libro de su autoría titulado: “Informe Milberg – Deuda externa argentina”. El menemismo fue devastador y lo cierto que esta patriada de denuncia y acción en su contra dejó a todos y especialmente en Rubén, una sensación de abatimiento en la coyuntura que contribuyeron a potenciar cierto grado de depresión en su persona, que por problemas y tragedias familiares lo tuvieron más recluido, aunque siempre siguiera con su voracidad por la lectura de ensayos de Economía e Historia. Hasta se dio tiempo pese a todo para incursionar en una segunda carrera: Derecho, que no pudo terminar sobre todo por problemas de salud, un Derecho que él pensaba como instrumento al servicio del Pensamiento Nacional. Para resumir; fue Milberg el único compañero de nuestra zona que militó en contra del endeudamiento externo y al igual que otros ‘innombrables’ – H. Quagliaro, M. Aguirre, J. Contesti- forman parte de la ‘Galería de los Malditos’ que tiene nuestra provincia. Vaya aquí mi sincero y cálido homenaje al Compañero ‘Pelado’ Milberg, un imprescindible. ¡Presente! ¡Y hasta la victoria siempre!”.