Abel Bohoslavsky, autor del libro “Los Cheguevaristas”, no duda en caracterizarlo como un “obrero revolucionario maestro de varias generaciones de luchadores”. Activista obrero desde 1912, participó como peón rural en el recordado “Grito de Alcorta”. Fue uno de los protagonistas de la movilización popular que rescató a Perón el 17 de octubre de 1945. Aquellas vivencias las volcó en su nota “Carta del Viejo Pedro a los Compañeros Peronistas de Base” -30/11/71-, reproducida en la revista cordobesa “Posición” con fecha marzo de 1974, bajo el título de “Carta del Viejo Pedro a las bases peronistas”. Ya jubilado (hacía el empedrado de las calles) se radicó en Córdoba donde frecuentó la amistad de Agustín Tosco y la compañera de éste (Susana Funes). Fue partícipe del Cordobazo en mayo de 1969 y en reconocimiento a su lealtad a los derechos indelebles de los trabajadores, presidió los plenarios de los sindicatos clasistas Sitrac-Sitram en 1971. Murió en la clandestinidad con más de 90 años, durante la vigencia de última dictadura cívico-militar que sufrimos los argentinos, en tanto llevaba adelante tareas de solidaridad con los presos políticos.