Había nacido el 30 de agosto de 1951. Estudió en la Universidad Tecnológica Nacional (UTN); allí conoció a su mujer Adriana Rapetti en 1972. Luego, en 1973 fue parte de un proyecto universitario que se denominó “Ingeniería del Trabajo/Universidad para el Trabajador”, en defensa del laburador y que reunía aportes de Ingeniería, Medicina y Psicología. Su compañera recuerda: “Por aquel entonces decían en las fábricas que, en una época, cuando la gente estaba feliz, trabajaba cantando. Por eso nosotros adaptamos para Ingeniería del Trabajo el lema ‘para que el obrero vuelva a cantar”. Queriamos que vuelva a ser un ambiente donde le diese ganas de trabajar, y no un lugar donde estás respirando cosas que, tarde o temprano te llevan a la muerte. Oscar junto a otros ingenieros y técnicos, había diseñado una bomba de bajo costo que aspiraba la polución que pudiese haber en el aire en los talleres”. Miranda tenía 25 años y militaba en la Juventud Universitaria Peronista (JUP) y en el peronismo montonero. Secuestrado-desaparecido el 15 de febrero de 1977, cuando se lo llevaron del domicilio sito en Rivadavia y Sarmiento s/número de la localidad de Moreno, provincia de Buenos Aires. Fue llevado detenido a la Comisaría 3ª de Castelar, partido de Morón, antes de perderse definitivamente su rastro. Su madre y otros familiares y amigos escribieron en “Página 12” el 15-2-2006: “Tu recuerdo querido vuelve como una ola y nos envuelve imbatible, contagiando rebeldía. Inspirando coraje cuando una duda asoma. Honrar tu vida honesta, heroica y ejemplar es exigir el fin de esta noche que ha durado casi 30 años y que sólo habrán de conquistar la verdad, la justicia, el amor y tu legado”. En la foto que ilustra esta reseña con un pibe huérfano del Instituto Riglos.