“Quiti” Monzani, nació el 14 de julio de 1951 en el barrio porteño de Flores. Hizo su secundario en el Colegio Nuestra Señora de la Misericordia y luego la carrera de Asistente Social. Provenía de una familia férreamente antiperonista, aunque con una importante preocupación por los temas sociales, de allí su inserción junto a la iglesia católica y la decisión de ir a misionar en el marco de los grupos juveniles del colegio marianista del barrio de Caballito. Cuenta su hermana María Inés, que a “Quiti” le tocó ir a la localidad de Río Chico en la provincia de Río Negro. Y que esa experiencia marcó su vida en más de un sentido: por un lado al conocer la pobreza cara a cara, lo que la marcó fuertemente desde un punto de vista político y su posterior militancia. Por otro, desde lo personal, ya que allí conoció a quien fuera su compañero, Carlos Andisco (ver su registro) que misionaba en Guandacol, provincia de La Rioja. Sigue diciendo su hermana: “Era sencilla. Para hablar, para gesticular y moverse, hacer chistes… Sin embargo, tuvo una gran pretensión, un enorme deseo: hacer en la Argentina una sociedad más justa, con chicos que comieran, que se educaran, que tuvieran una infancia, una vida, un futuro. Esa fue su gran y única pretensión, y no fue para ella; fue para otros y no fue solo de ella: fueron muchas pequeñas voluntades sencillas que iban a su lado con el mismo objetivo. María Virginia y Carlos militaron en la Juventud Peronista de la Tendencia Revolucionaria en Morón, barrio Los Cardales. Allí realizaban tareas de ayuda escolar, construcción de veredas y refugios en paradas de colectivos y por supuesto, tarea política. El 31 de octubre de 1975 se casaron y fueron a vivir a un barrio humilde de Ituzaingo. Virginia trabajaba como administrativa en Ferrocarriles Argentinos en Retiro y Carlos como operario en una fábrica. El 31 de diciembre de 1976 nació su hijo Pablo. Poco pudo disfrutar la pareja de esa bendición: el 11 de febrero del ’77 fueron secuestrados por personal de Ejército y continúan desaparecidos. Fueron vistos con vida en la Comisaría de Cautelar antes de sus asesinatos. El 15-06-2007, Maria Virgina Monzani fue recordada junto a los otros 10 ex alumnos del Colegio Marianista de Buenos Aires, secuestrados-desaparecidos. Un mural cerámico inaugurado a tal efecto, perpetúa el compromiso que asumió hasta dar su vida. Ubicación del mismo: Avenida Rivadavia 5625, barrio de Caballito.