De Cafecito Moreno: “Vamos, te invito a dar una vuelta. Caminemos juntos por nuestras veredas, dejemos las penas cantando una cueca, que no será hueca; si mi alma en pena puede sostenerla. Que mi risa habite en torno a la tuya. Envuélvela un rato y arrúllala un tanto, para que esa risa, no sea una brisa. Y no digas nada, para que no vuelvan las brujas que visten la túnica negra. Caminemos juntos por nuestras veredas, aquellas pisadas, con la luna nueva”. Este obituario de febrero de 2012 en honor a José Manuel Moreno está firmado por sus hijas Marcia y Romina, su esposa Eva y sus dos nietos. Le decían Negro y militaba en el peronismo montonero. Él fue secuestrado-desaparecido a la edad de 29 años en algún punto del trayecto comprendido entre su ámbito de trabajo y su domicilio. Ocurrió el 3 de febrero de 1977. Fue visto con vida en el CCD ESMA antes de su asesinato. José Manuel Moreno era delegado de la Sección 1º de Puerto Nuevo e integrante
de la Agrupación “8 de Octubre”. Moreno había sido uno de los principales delegados de las luchas gremiales de fines del ’75 contra el “Rodrigazo” y por tal razón ya los militares lo tenían en la mira para cesantearlo. Desde el 1º de mayo de 1976 que Moreno no pertenecía al Puerto, pero mantenía contactos con integrantes de la agrupación de la Juventud Trabajadora Peronista (antes citada) que había ayudado a crear. Moreno trabajaba también en el diario vespertino “La Razón”, en lo referente a la impresión del mismo, pero ya antes del golpe de Estado había dejado su trabajo, se presume que por una estrategia de la organización a la que pertenecía. Luego de haber quedado cesante, Moreno que estaba casado con Eva del Carmen Alderete y tenía una hija (y otra en camino), decide irse por un corto tiempo a vivir a Hurlingham (provincia de Buenos Aires) a la casa de otro delegado y militante montonero: Eduardo De Pedro (Ver su registro). Ambos seguían resistiendo a la dictadura militar inclusive a través del sabotaje.