Roberto
Baschetti

Moyano, María del Carmen

“Pichona”. “La Gorda” para su familia. Nacida el 4 de mayo de 1954 en Godoy Cruz, provincia de Mendoza. La menor de tres hermanas. Practicaba natación, básquet y vóley en el Club Talleres mendocino. Fue a la escuela “Arístides Villanueva” y la secundaria la curso en el Normal. En su adolescencia participó de un voluntariado cristiano y luego de una agrupación de Juventud Peronista (JP 17 de Noviembre). Trabajó con el Padre “Macuca” Llorens en el barrio San Martín, en comedores, guarderías y en la cooperativa de viviendas que el cura había impulsado. También comenzó a estudiar la carrera de Bioquímica, donde a través del Centro de Estudiantes juntaban muestras gratis de remedios que luego repartían en la “Farmacia Popular” que habían formado en el mismo barrio. Su padre era sindicalista en Agua y Energía y ella congeniaba mucho con él por que era peronista, un luchador nato, un hombre tan soñador como idealista. Todos aquellos que la conocieron y quisieron dar testimonio, como por ejemplo su compañero de militancia Eduardo Becerra, hablan de una chica tan dulce como angelical. Pero con una fuerza interior solidificada, que la obligaba por la noche luego de su trabajo embarcarse con otros militantes, en pintadas políticas agotadoras y recién cuando las terminaba a eso de las 4 de la mañana, se daba el lujo de tirarse en cualquier catre y quedarse profundamente dormida. Tenía a su cargo a la madre enferma, imposibilitada de caminar y ella la cuidaba con esmero y cariño; por suerte su progenitora falleció antes del Golpe Militar. Beatríz García, su amiga, aporta al relato un hecho muy risueño: “Ibamos al Café ‘Río’ a comer unos tostados de jamón y queso exquisitos. Pero cuando no había dinero, ella era muy ‘entradora’ y le decía al mozo ¿Nos puede traer el pan, la mayonesa, la soda y el vino que haya sobrado de las otras mesas? Con eso y un plato que pedíamos para compartir, nos arreglábamos”. María del Carmen Moyano, militante del peronismo montonero, trabajaba en la Dirección de Tránsito y Transporte mendocina siendo delegada gremial. Allanada su casa en abril de 1975, Moyano pasó a la clandestinidad y se mudó a San Juan, donde conoció a su marido. Fue secuestrada-desaparecida en Córdoba, entre abril y mayo de 1977 con un embarazo a término. Pasó por “La Perla” y la ESMA. En éste último lugar –junio 1977- tuvo una hija en cautiverio, que también permanece desaparecida. “Pichona” fue asistida en el parto por dos médicos del Hospital Naval: Magnasco y Martínez. Su esposo, Carlos Simón Poblete también fue asesinado (ver su registro).