Esta foto se la sacaron a Mujica en Cuba, en el Memorial del Che, dejando como testimonio imperecedero, una placa de la Juventud Peronista de los ’70 en honor al argentino-cubano. Mujica había nacido el 1º de enero de 1950, “Año del Libertador General San Martín” como solía decir con humor y orgullo a la vez. La imagen que tenemos del “Indio” Mujica es inolvidable: con su boina negra, su cigarro, su copa de vino y su mirada astuta, para mostrarse sin dobleces, como era: vasco, cristiano y peronista. Pasó por todas, siempre fiel a la premisa de estar junto al pueblo, desde un principio, cuando era alumno del Colegio Nacional Buenos Aires y abrazó la causa del peronismo revolucionario. Nunca un quiebre, una agachada, ó alguna incoherencia de su parte. Por el contrario, se sabe que durante la última dictadura, guardó algún compañero montonero en su casa, a riesgo de su propia vida (nos dijo: “Un criollo no le niega su rancho a ningún perseguido”) y eso que en 1974, había roto con la organización y se había sumado a la “Lealtad”. Pero por poco tiempo. Y explicó el porqué: “Soy demasiado montonero para seguir en los Montoneros, pero soy demasiado peronista para estar con la Lealtad”. Padre excepcional, fue apasionado por la historia, y sumamente pródigo en gauchadas hacia los compañeros, como narré anteriormente. Falleció el domingo 12 de abril de 2009. La mejor semblanza de este querido cumpa, la hace Franco Lucietto: “Su voz era la autoridad de la lucha, que como tantos otros jóvenes allá en los ’60 y los ’70, la emprendían al calor de la fricción de la batalla ideológica desafiante, que planteaba el revisionismo nacionalista popular en el marco de la Resistencia Peronista. Su ejemplo era la intransigencia moral, y el antiimperialismo su conducta. Nunca se entregó, ni se puso al servicio de los enemigos y nunca se negó a compartir sus conocimientos y someterse a mateadas, con sabia humildad y solidez teórica envidiable, con las nuevas generaciones que nos sumamos a esta gran pelea de liberar la patria. Hoy descansa en su provincia de Buenos Aires natal, tierra de los criollos Don Juan Manuel de Rosas y Juan Domingo Perón. Indio: ¡Hasta la victoria siempre!”.