“Negro”. Nació el 14 de febrero de 1946 en Presidencia Roque Sáenz Peña, Chaco. Fue el primero de cinco hijos del matrimonio formado por sus padres, Celis Ramón y Felicidad de Jesús. Por razones económicas de sus mayores, de niño se mudó con su familia a Villa Ángela, en la misma provincia. En 1965 comenzó la carrera de contador público en la Facultad de Ciencias Económicas de la Universidad Nacional del Nordeste (UNNE) en Resistencia, Chaco. En Resistencia vivió en Villa Centenario y su casa albergaba a muchos estudiantes que llegaban del interior a cursar carreras universitarias; la única condición que les establecía era que estudiaran. Su casa era un obligado lugar de encuentro para la discusión y la organización. Los delegados estudiantiles de las facultades se reunían a diario ahí. En el ámbito universitario conoció a “Coca” González con quien se casó más tarde, el 3 de enero de 1973 y le dio un hijo de nombre Héctor Esteban. Navarro era una persona sencilla, de poco hablar, firme y concreto en sus pensamientos; gustaba leer y hablar sobre la acción de Perón, Jauretche, Scalabrini Ortíz y Cooke entre otros. Era muy respetado y querido. Siempre sobrio en su accionar, le rajaba al deporte y al baile, directamente no les interesaba. A comienzos de los ’70 realiza militancia gremial en la administración pública provincial. Junto a otros compañeros organiza inicialmente la Asociación de Base de Empleados Públicos (ABEP) y después el gremio de Docentes, que le permite “a posteriori” integrar el mismo a la Juventud Trabajadora Peronista (JTP). Fue secuestrado el 13 de mayo de 1976 en el departamento de Av. del Libertador 1274, 4ºE, de nuestra Capital Federal. Luego, su cuerpo sin vida apareció en la ribera del Río de la Plata, a la altura de Ezpeleta, partido de Quilmes, provincia de Buenos Aires, el 27 de ese mismo mes y año. “El Negro” Navarro, proveniendo del Integralismo universitario y de la Juventud Peronista en ese orden, es el primero que se incorpora a Montoneros en la provincia del Chaco en 1971 y será uno de sus jefes conjuntamente con Jaime Dri y el “Negro” Tapia. Él era un referente natural para sus compañeros. Un neto formador de cuadros políticos. Sostenía que dicha provincia, al carecer de grandes concentraciones urbanas, debía ser zona de apoyo logístico de las organizaciones armadas. Dicha teoría pudo ser llevada a la práctica cuando ocurrieron los sucesos de La Calera y los servicios de inteligencia comenzaron a saber los nombres de los montoneros participantes de la toma. Algunos de ellos recibieron refugio y cobertura en la provincia chaqueña, entre otros, Mariano Pujadas luego asesinado en la “Masacre de Trelew” de agosto de 1972.