Nacido el 2 de febrero de 1948 en Salta. Concurrió a la escuela primaria “Benjamín Zorrila” de su ciudad natal y la secundaria la hizo en el Colegio Nacional de Salta. Soltero. Se recibió de abogado en la Facultad de Derecho de la UNT con medalla de oro. Era tan buen alumno que cuando se presentaba a rendir examen, sus compañeros de estudio llenaban el aula para escuchar y tomar apuntes para sus exámenes posteriores. Estando en la comisión directiva que administraba el Comedor Universitario, propuso y consiguió abrir sus puertas a los obreros en huelga de la Federación de Obreros Tucumanos de la Industria Azucarera –FOTIA-, lo cual le granjeó la admiración y la simpatía de numerosos obreros que lo recuerdan hasta el día de hoy. Corrido por la represión se vino para Buenos Aires consiguiendo trabajo en ILVEN. Con 28 años se lo llevaron secuestrado el 26 de octubre de 1976 de adentro de un bar situado en Avenida Corrientes y Pueyrredón de Capital Federal (otro escrito da como lugar de secuestro la Confitería del Molino de Rivadavia y Callao). Había militado en la Juventud Peronista salteña ligada a la CGT clasista de dicha provincia. En el Frente RevolucionarioPeronista (FRP) y en el Frente Revolucionario 17 de Octubre (FR-17). Por iniciativa del Colegio de Abogados de Salta y la Municipalidad local, el 30 de agosto de 2002 en el Barrio Luján de Salta (calle Coronel Suárez al 1.100), se inauguró la Plaza “Doctor Víctor Jacobo Noé” en su merecida memoria. Su hermano Alberto lo recuerda de este modo: “Fue un ser humano generoso, culto, inteligente, siempre abierto al dolor de los desposeídos. Su ética judía lo impulsó a luchar por la paz entre árabes y judíos. Pensaba que la guerra era la peor de las soluciones. Además, soñaba con la democratización de la justicia. Soñaba con poner su bufete de abogado al servicio de los humildes. Y por eso lo mataron…”.