Nació el 13 de noviembre de 1933 en La Cumbre, Departamento Punilla, Córdoba. Ya a los 20 años trabajaba en una empresa metalúrgica de Córdoba capital, de la cual fue echado años más tarde, al destacarse como un referente obrero para sus compañeros, durante el Plan de Lucha de la CGT. Con 5 hijos tuvo que mudarse a una obra en construcción, pero salió adelante a fuerza de tesón, trabajo y una buena onda permanente. Siempre militó en el peronismo combativo y revolucionario. En los años ’70 encabezó la toma de Transax con el fin de mejorar condiciones de trabajo y salariales de sus compañeros, que lo habían elegido delegado gremial. Por ese motivo, perseguido, también perdió su trabajo y pudo enganchar como chofer de ambulancia y desde el Sindicato de Empleados Públicos una vez más es elegido delegado por sus compañeros. Como siempre, también, enfrenta a la burocracia sindical. El 12 de noviembre de 1975 es sacado de su casa por uniformados armados. Nunca más apareció con vida. Sus restos como NN fueron enterrados en el cementerio de San Vicente y recuperados por antropólogos forenses en julio de 2005. Su familia lo volvió a sepultar junto a su madre, que lo esperó siempre. Dos días antes de su secuestro y desaparición, Ochoa denunció ante su gremio y fue girada a la Justicia, una acusación contra funcionarios que pretendían que firmara constancias de consumo de combustible y viáticos que jamás fueron realizados. En vez de optar por el silencio y la complicidad, Ochoa eligió ser honesto. Posiblemente le costó la vida. En noviembre de 2006, el Centro Educativo de Nivel Medio para Adultos Nº 70, a instancias de docentes, alumnos y ex alumnos de esa escuela, familiares del asesinado y compañeros del Sindicato de Empleados Públicos, decidieron renombrar a la Institución “Compañero Hugo Estanislao Ochoa”.