“Periscopio”. Nació en Miramar, el 18 de julio de 1953. Hizo el bachillerato en el Colegio Parroquial de esa ciudad balnearia. El Flaco Olave, era militante del Peronismo de Base. Estudiante en la Facultad de Psicología de Mar del Plata y trabajador filetero en el gremio del pescado, en la Planta San Andrés en la cual, en su directorio, figuraba un comisario de la Policía Federal de apellido Scaraviu. Incursionó también en la militancia en el gremio de la Construcción. Fue detenido el 15 de noviembre de 1975 por fuerzas militares en el Hotel “Fanelli”, sito en Gascón y Santa Fe, Mar del Plata. Para la ocasión, recibió un balazo en la ingle y otro en la rodilla al proteger a su pareja de los policías que entraron tirando con escopetas itaka. Lo encierran en Sierra Chica y le dan la libertad en diciembre de 1976. Secuestrado-desaparecido en esa ciudad, el 28 de abril de 1977, a la edad de 24 años. Lo secuestraron cuando iba a hacerse una intervención quirúrgica en la rodilla afectada, en el Hospital Interzonal de Mar del Plata. Un relato de los hechos puede encontrarse en el libro “Al servicio de las ideas. La enfermería en los procesos populares de liberación en Iberoamérica” de la compiladora Beatriz Morrone. Allí puede leerse: “El joven fue retirado en horas de la madrugada por personas que no se identificaron. Cabe agregar que en el curso de ese día debía ser intervenido quirúrgicamente de su pierna enferma. Fue secuestrado por individuos que vestían guardapolvos blancos, pero no eran personal del citado nosocomio (…) Lo adormecieron con algo y se lo llevaron al hombro (…) Hubo un apagón total de las luces del frente del Hospital, desde el comienzo del turno de 22 a 6 horas, lo que no impidió observar, desde los pisos altos, bultos oscuros, camiones del Ejército por las dimensiones, una ambulancia y un jeep (…) El paciente secuestrado fue sacado por la puerta de entrada, lateral a la puerta giratoria. Esta permanecía clausurada por la noche, dado que se atendían solo urgencias y estas, entraban por guardia. Lo notable era el silencio y la dificultad para medir lo ocurrido, por oculto”, afirma la señora Lila Cisneros, Jefa de Enfermería de aquel entonces. También en acción aparte, se llevaron para siempre a su mujer, Estela Lombardo (ver su registro). Su sobrenombre “Periscopio” le viene desde niño, ya que estuvo enfermo y postrado en la cama durante un año, lo que hizo que creciera flaco y alto, por lo que terminaron llamándolo así, o bien directamente por su abreviatura: “Peris”.