Roberto
Baschetti

Oliva, Enrique Pedro

Nació el 29 de junio de 1923 en Chacras de Coria, Mendoza; hijo de inmigrantes andaluces. Con su esposa, Teresa Raquel Moresi, tuvo 4 hijos, que le dieron ocho nietos y dos bisnietos. Abogado, Doctor en Ciencias Políticas fue docente y Secretario General en la Universidad Nacional de Cuyo; miembro fundador del CONICET (1951) y de la Universidad Nacional de Neuquén (luego Comahue) en 1964, de la que también fue su primer rector. Al respecto, aún hoy suelen recordarse sus palabras al organizar dicha Casa de Altos estudios: “Quiero traer a los doctores y a los catedráticos, pero también quiero traer a los gauchos del interior y a los mapuches, para que nos enseñen lo que saben. Las machis (sacerdotisas) saben más de las enfermedades cordilleranas que los médicos”. Docente en la Universidad Nacional de Morón. Miembro de la Academia Nacional de Periodismo. “Ciudadano Ilustre” de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires. Director de Asuntos Culturales del Ministerio de Relaciones Exteriores entre 1991 y 1998 con el rango de Secretario de Estado. Miembro de número del Instituto Nacional de Estudios Históricos Juan Manuel de Rosas. Presidente del Instituto Malvinas e Islas del Atlántico Sur, desde donde apoyaba la justa lucha de los familiares de los argentinos caídos, para que estos tuviesen un cementerio propio. Autor de numerosos libros, entre los cuales pueden mencionarse: “Malvinas: el colonialismo de las multinacionales” y “El rey de Araucania y Patagonia”. Proscripto políticamente luego del golpe cívico-militar de 1955 que destituyó a Perón, un año más tarde se refugia en Venezuela tomando contacto con el líder exiliado. Vuelto a la patria se suma a la Resistencia Peronista, participando activamente de la primera guerrilla partidaria en el Norte Argentino (los “Uturuncos”: “hombres tigres” en lengua quechua). De aquella época cuenta esta sabrosa anécdota: “Era enorme la colaboración de la gente que quería hacer cosas. Recuerdo un caso, cerca del Puente de la Noria, donde teníamos una reunión en una casa muy humilde abarrotada de gente trabajadora. Yo estaba hablando y la dueña de casa nos servía mate. No sabía que hacer para ofrecernos cosas, ó comida. Todo eran atenciones. En un momento en que ya no sabía que más ofrecernos, me dice: ‘Compañero, ¿quiere que mientras usted habla le lave la camisa?’. No podía rechazarle eso. Me saqué la camisa, me la lavó, la secó cerca del fuego y la planchó. Nunca vi una camisa mejor planchada”. Oliva fue apresado en 1960 siendo condenado por un Consejo de Guerra a 6 años y medio de prisión, de los cuales cumplió 4, ya que fue liberado por la amnistía presidencial del gobierno de Arturo Illia. Para aquellos años funda y dirige el diarito resistente “El Grasita”. En 1976 toma el camino del exilio, esta vez hacia París, luego de sufrir el secuestro de dos de sus hijos, que más tarde fueron liberados. Allí será el corresponsal europeo del diario argentino “Clarín” con el seudónimo de François Lepot. (Dirá: “Lo de François Lepot no fue una tilingada para ponerme nombre francés, sino porque mi nombre estaba prohibido y no podía recibir giros. El Banco Central era el que autorizaba la salida de dinero al exterior, entonces me puse Lepot, que en el argot francés es equivalente al ‘gomía’ de nuestro lunfardo”). La Guerra de Malvinas, años más tarde, lo mostrará como un excelso periodista, donde la lectura de sus notas se vuelve imprescindible para entender el conflicto bélico con el imperio británico. Falleció el sábado 27 de febrero de 2010. Sus familiares, a pedido póstumo de Don Enrique, solicitaron que no se enviaran ofrendas florales y que el importe destinado a aquellas, fuese enviado al comedor infantil “Estrella de Belén” ubicado en el barrio YPF, Manzana 22, Casa 46 de la ciudad de Buenos Aires.