40 años. Nacido un 25 de febrero de 1936 en Piñeyro, Avellaneda, provincia de Buenos Aires. “Gitano”, “Perro”. “Chiche” para su familia. Hincha fanático de Lanús en nuestro fútbol. Creció en el barrio, fue un peronista con su compromiso militante intacto hasta último momento. Militante de Juventud Trabajadora Peronista (JTP), montonero y delegado obrero metalúrgico en “Prati-Vázquez Iglesias” fabrica de acoplados de Lanús y luego en la comisión interna en la fábrica Royo, de Pompeya. Lo fueron a buscar el 30 de junio de 1976 a su casa (Canadá 3679) de Villa Caraza. Lanús Oeste y luego de torturarlo delante de su esposa e hijos se lo llevaron con rumbo desconocido. En abril de 2009, la familia de Olivestre recibió la noticia de la identificación de los restos óseos, de quien impunemente, había sido fusilado y dinamitado en la denominada “Masacre de Fátima” junto a otras 29 personas el 20 de agosto de 1976, a manos de la Policía Federal. La inhumación de sus restos tuvo lugar el sábado 29 de agosto de 2009 a las 14 hs. en un acto público desarrollado en el cementerio de Lanús. Allí alguien dijo: “Delegado de la Comisión Interna en formación (en Royo), el compañero seguirá en nuestra memoria como un hombre alegre, eterno amante de la vida, con capacidad para formar compañeros con su ejemplo, articular políticas, para seguir también formándose; él creía en la militancia, honraba la solidaridad, era la expresión cabal de la generación del ’70. Después de 33 años desaparecido, vuelve desde donde lo quisieron ocultar, desaparecer, con su nombre rescatado del olvido, para ser memoria viva. El compañero ha vuelto a su Lanús querido para cerrar su larga ausencia; fue salir del anonimato que es ser N.N.; es devolverle su identidad a pesar de la máquina del terrorismo de Estado”.