Adriana Estela Ortega de Bianconi. Ella tenía tez blanca y cabello marrón oscuro; bellas facciones. Militante de la Juventud Universitaria Peronista (JUP) en la Facultad de Ciencias Jurídicas y Sociales de La Plata. Una perla aportada por Edgardo Herrera: “En casa de Adriana conocí en aquella época, a otra estudiante de Abogacía y compañera de Adriana: Cristina Fernández, nuestra actual presidente de la Nación”. Adriana provenía de una familia muy peronista y combativa de Rojas, provincia de Buenos Aires, ciudad donde había nacido el 16 de septiembre de 1954. Fue fusilada por la dictadura militar en la ciudad de las diagonales (a la mañana en plena calle, cerca del Regimiento 7 de Infantería), a la edad de 21 años, en calle 76 entre 20 y 21, junto a su marido, José Luis Bianconi (ver su registro). Fue el 17 de diciembre de 1976. Iban caminando, desde un automóvil los “marcaron”, fueron encerrados por dos vehículos y los acribillaron contra un paredón que había en ese lugar. Ella tenía (luego se supo por la labor forense) 44 orificios de bala en su cuerpo. Su compañero de militancia Jorge Alessandro la recuerda así, al ver una pancarta con su cara en Plaza de Mayo, durante una marcha de los organismos de DD.HH.: “Seguías irradiando aquel aire fresco de tu rostro joven. También el gesto adulto y desafiante que muchos conocimos. Bastó un instante nada más y fue suficiente para recordar tu rebeldía ante la injusticia y tu comprometido empeño por acabar con ella y tu profundo desprecio por los que ‘sólo reservan para sí un lugar seguro en el mundo’. Y esa ciega confianza tuya en el pueblo: ‘único motor y verdadero sujeto histórico del cambio posible’, como solías afirmar en nuestras charlas”.