Informe de la Juventud Obrera Católica Argentina (JOCA) con fecha 5-12-2022. “Esta semana se cumplirían 47 años de la desaparición seguida de muerte de José Serapio Palacio, “Pepe Palacio” como lo recordamos siempre. Dirigente excepcional que fue Presidente de la JOC Argentina en la década del 50 y luego dirigente-militante-representante nacional que llevó las banderas de las luchas juveniles obreras en los podios de debate internacionales, en las fábricas, organizaciones y en los sindicatos. Su mensaje y su presencia no tendría fronteras ya que no sólo fue confalón en el país, sino especialmente lo fue en América latina y el mundo entero. Fue electo Asesor laico de la JOC Argentina en el famoso Consejo Mundial de Linz-Austria, momento en que había asumido un papel de apoyo adulto, singular, en la entonces perseguida JOC Argentina. Un 11 de diciembre de 1975 sería llevado de su casa de Ciudad Jardín del Palomar por las fuerzas parapoliciales de ultraderecha, que reinstalaban el terror en el país, con especial asedio a los dirigentes populares, obreros organizados, peronistas y cristianos comprometidos, anticipo de la dictadura más cruel que haya vivido nuestro país. Su vida entregada acompañó a una generación de jóvenes diezmada que bajo la desaparición forzada entregarían su vida en la lucha por un país más justo. Invitamos a todos y todas a participar de este homenaje con impronta de Memoria comprometida, en la sede de la CTA (Central de trabajadores argentinos) a las 18 hs”. Palacio nació en Calingasta, provincia de San Juan, el 25 de octubre de 1923. A la edad de 52 años, fue secuestrado-desaparecido, un 11 de diciembre de 1975, en el trayecto de su domicilio a su lugar de trabajo en la fábrica General Motors, multinacional norteamericana, ocurrió entre la 6 y las 7 de la mañana. Oros datos a tener en cuenta sobre su vida: Padre de tres hijos. Aprendió el oficio de obrero metalúrgico en la escuela de los curas Salesianos de Córdoba. Trabajó en la Fábrica Militar de Aviones de Córdoba, aunque fue despedido por su compromiso gremial. Fue fundador de la Acción Sindical Argentina (ASA). También se desempeñó como Secretario General del gremio de trabajores de la empresa Fiat en la localidad de Caseros, Buenos Aires (SITRAFIC). Tenía un gran compromiso religioso. Fue integrante del Secretariado Interamericano del Movimiento Obrero de Acción Católica (MOAC). También fue presidente de la Juventud Obrera Católica Argentina (JOC). Gracias al trabajo del Equipo Argentino de Antropología Forense (EAAF), sus restos fueron recuperados en el 2013.