“Tito”. “Flaco Tito”. “Carlos Rafael Arcuri” cuando debía despistar a la represión. Formó parte de una Unidad Básica de Juventud Peronista en Valentín Alsina, provincia de Buenos Aires. El 24 de octubre del ’76. La familia debió abandonar la casa en donde vivían en el barrio San José de Almirante Brown, al sur del conurbano bonaerense. Al día siguiente, un allanamiento que cercó toda la manzana con más de 60 soldados del Batallón 601, entraron a su domicilio y se llevaron todo. “Tito” pasó a la candestinidad y siguió dando combate a los cipayos. Fue secuestrado-desaparecido a la edad de 31 años, el 11 de agosto de 1977 y visto con vida en el CCD Pozo de Quilmes antes de su asesinato. Cayó en una cita en el Paredón de la Cancha de los Ingleses (Arenales entre Melo y Pirovano, Banfield). Fue delegado y un cuadro gremial de Montoneros, excepcional, en SIAM-SIAT de Avellaneda. Luego obligado a renunciar a su trabajo para salvar su vida, se fue a Molinos Río de la Plata. Cuenta Roberto Tedoldi, compañero de militancia: “Aquellas luchas que se fueron dando en SIAT, en realidad fueron lucha de ideas. Fue algo así como arrebatarles el poder a quienes siempre lo tenían. Un día, Carlitos (Robles, ver su registro), El Flaco (Patiño) y yo, veníamos caminando por Alsina cuando Carlitos vio que por la vereda de enfrente se acercaban doce gurkas de la patota sindical, entre ellos el que le había pegado el tiro al Laucha con anterioridad. Nos parapetamos detrás de un colectivo hasta que los tuvimos enfrente. En ese momento, el Flaco Patiño dice: rodilla en tierra ¡Y se armó un desparramo! Desde ese día se cuidaron de no meterse con nosotros. Les dijimos: No los matamos porque no somos asesinos. Aproximadamente por el ’76, la agrupación pide que nos levantemos. Así que con Carlitos nos fuimos de la fábrica. El Flaco Patiño, siguió con sus responsabilidades dentro de la Orga”.