Nació en Rosario en 1917. Su padre fue el inmigrante judío nacido en Odesa, Iahn Perelman, conceptuado como hombre de acción y férreo militante comunista, que hablaba poco y nada de castellano y trabajaba como obrero en la metalúrgica TAMET, la más importante de Sudamérica por entonces. Ángel Perelman, supo usar los seudónimos “Irlan” y “Juan Ramón Peñaloza”. Y como su hermano Adolfo fue influido por las ideas de izquierda trotskista de Liborio Justo (“Quebracho”). Comenzó a trabajar a los 10 años como aprendiz en un taller cuando su padre se quedó sin trabajo por lo que obligadamente debió dejar sus estudios primarios. Ya a los 14 años militaba. Dirigente sindical argentino. Fundador y primer secretario general de la Unión Obrera Metalúrgica (UOM) en 1943, coincidiendo con la aparición en la escena política argentina de Juan Domingo Perón. De formación trotskista tuvo un paso por el Partido Comunista anteriormente, (al igual que su padre), que lo abandonó en su momento por la estrategia “reformista y antinacional” que se propiciaba a través de los “frentes populares”. Y Ángel mismo pensaba que tanto el Partido Comunista como el Partido Socialista de aquella coyuntura, estaban más cercanos de la oligarquía y el imperialismo que de los intereses de clase revolucionarios. Luego, Ángel fue parte de la creación del Grupo Obrero Revolucionario y del Partido Obrero de la Revolución Socialista. Fue uno de los actores principales de la gesta popular del 17 de octubre de 1945 cuando las masas se organizaron y marcharon a Plaza de Mayo para liberar al Coronel Perón. Sus memorias al respecto están impresas en el libro de su autoría “Como hicimos el 17 de Octubre” (Coyoacán. 1961). Consideraba que las mejoras sociales que Perón había logrado a favor de la masa trabajadora era un paso anterior y obligado a la instauración del socialismo en Argentina. Derrocado el gobierno peronista por un golpe militar en 1955, Perelman se exilió en el reciente creado Estado de Israel –que oportunamente había sido reconocido por la Argentina peronista quien envió un embajador- y recién volvió de ese destino cuando el dictador Aramburu dejó el poder en 1958. Antes de exiliarse fue parte del proyecto editorial que sacaba el diarito “Lucha Obrera” órgano del Partido Socialista de la Revolución Nacional (PS-RN) clausurado por la dictadura en enero de 1956. De regreso en el país se preocupó por organizar encuentros sindicales con círculos jóvenes judíos, tomando como modelo la organización colectiva de los Kibutz, una experiencia socialista que lo había cautivado. Perelman siguió teniendo vigencia e influencia dentro de la UOM, inclusive durante el mandato de Augusto Vandor. Falleció en 1973.