Dirigente histórico del Grupo Peronista de los 25 y del gremio de los Camioneros. Conoció cárcel y represión. Convocó a la huelga general contra la dictadura militar, el 27 de abril de 1979. Opositor a la traición de Menem dentro del Movimiento Peronista, en cuanto esta comenzó a gestarse, supo decir para noviembre de 1989: “No creo en el liberalismo ni en la mentira del libre-comercio. Digo mentira porque no me olvido que cuando hay superproducción de un producto, en vez de mandarse al mercado se lo tira o hasta se lo quema, para subir o bajar un precio de acuerdo con la conveniencia de un sector. Es muy fácil hablar del esfuerzo que tienen que hacer los trabajadores y que el salario sea la variable de ajuste, pero no se dice nada de la transferencia de recursos que se ha hecho a sectores de la producción por medio de eludir el pago de impuestos y tasas. O darle muchas franquicias y cuyo destino no está claro para la sociedad argentina. Entonces creo que algo está fallando. Siempre pensé que el poder cuando se asume un gobierno, se toma en los primeros treinta días o no se toma nunca y cuando hablo del poder me refiero al manejo de la economía”. Ese mismo año -1989- fue Secretario General de la Federación de Camioneros y titular de la Secretaría de Derechos Humanos en la Confederación General del Trabajo de Ubaldini (CGT-RA). Precisamente sobre el genocidio que la última dictadura cívico-militar provocó sobre el movimiento obrero organizado, Ricardo Pérez fue muy claro: “Los enemigos de la oligarquía son siempre los trabajadores (…) Si hubiese un golpe de Estado y el movimiento obrero no sale a enfrentarlo decididamente, nosotros no tendríamos derecho a decir que somos dirigentes obreros”. Ricardo Pérez ya está fallecido.