Roberto
Baschetti

Pilán, Manuel Horacio

“El Viejo Juan”. Nació el 23 de abril de 1932 en Santiago del Estero. Casado con María Antonia de la Paz “Kuki” Montenegro. Con quien tuvo 5 hijos. Técnico químico en la escuela Industrial “Santiago Maradona” de su provincia natal. Trasladado a Tucumán hizo dos años de Farmacia para luego al casarse, abandonar y comenzar a trabajar en Obras Sanitarias de la Nación. Allí fue un referente gremial y sindical. Integrante de la Comisión de Solidaridad con la Revolución Cubana (1962), también pasó por el Ejército Guerrillero del Pueblo (EGP), la Guerrilla del Ejército de Liberación (GEL) donde se declaraba la identidad del grupo como asumiendo el peronismo en la faz política y al marxismo-leninismo como método de análisis, para luego sumarse a las Fuerzas Armadas Revolucionarias (FAR) y posteriormente con la fusión, a Montoneros. Militante peronista toda su vida, en noviembre de 1974, fue secuestrado, torturado y todo su entorno amenazado. Sin tener conocimiento de su paradero –como era de rigor en estos casos- la familia emprendió una exhaustiva búsqueda sobre su persona logrando encontrarlo, aunque estaba físicamente destruido. Luego de un mes de penurias, fue puesto a disposición del Poder Ejecutivo Nacional logrando de esta manera ser visibilizado, pero también encarcelado durante 6 años, 11 meses, tres días y 5 horas (pasando por Caseros, La Plata, Devoto y Rawson). Salió vivo, pero tuvo que sobrevivir a la persecución mediática y al desprecio de cierta parte de nuestra sociedad. Recuperado, siguió firme en la brecha en pos de la igualdad de sus semejantes y la vigencia de los derechos humanos. Falleció el 24 de octubre del 2000. Debieron pasar 14 largos años para que se conozca su libro titulado “El viejo Juan. Memorias de la cárcel”. Libro que funciona como autobiografía, historia política y crónica de vida carcelaria. Ada del Valle Iturrez, dice sobre él y sus compañeros: “Ellos eligieron la lucha, la confrontación frente al verdugo, el ojo y la mirada clavada en los ojos del torturador, la respuesta pronta: si señor, soy peronista, si señor soy de izquierda, sí señor soy un trabajador, sí señor yo solo quiero un país justo. Si señor quiero que vuelva Perón”.