Roberto
Baschetti

Poce, Ricardo César

El “Pato” nació un 14 de febrero de 1956 en La Plata. Murió el 9 de diciembre de 1978 a la edad de 22 años. Era concuñado de Joaquín Areta. Compañero sencillo, discreto y de pocas palabras; durante el secundario fue el mejor alumno de su curso. Militó en la Juventud Universitaria Peronista (JUP) en el Museo, La Plata (Facultad de Ciencias Naturales) ya que era estudiante de Geología. Trabajó en Vialidad Provincial. Para 1976 pasa a integrar con el grado de subteniente y el seudónimo de “Julio”, la sección de combate de la Columna Oeste de Montoneros teniendo activa participación en la defensa de los trabajadores ferroviarios, convirtiéndose así en un líder sindical. Por razones de seguridad en septiembre de 1978 pasa a la Columna Sur, teniendo a su cargo el trabajo político y militar en la zona de Quilmes Oeste. En la fecha de su deceso concurrió a entrevistarse con una compañera (Lucía/Lita) en Avellaneda, a las 19 hs., pero la cita estaba cubierta por personal de un grupo de tareas y dos “marcadores”, por lo que advertido de esta situación largó a correr y fue herido de bala en sus piernas por los fascinerosos. Poce intenta ingerir la pastilla de cianuro, uno de los “marcadores” se le arroja sobre sus extremidades y con un tacle lo hace caer y le saca la pastilla de cianuro de la boca; pero tarde, Ricardo ya la había mordido y trasladado a un hospital llega muerto al mismo. Fue su último trabajo militante, coronado con éxito, sobre la barbarie. El oficial que comandaba el grupo de tareas que cercó a Ricardo, tenía como apodo “Alacrán” y se apellidaba Sinfomódica. Paradojas de la impunidad, en 1996 era subcomisario y prestaba funciones en el Centro de Atención a la Víctima de la Policía Federal, pero descubierto fue dado de baja. El 21 de marzo de 2006, en un acto público, se impuso el nombre de “Ricardo César Poce” a una de las aulas del Colegio Nacional de La Universidad Nacional de La Plata que lo tuvo como uno de sus alumnos más distinguidos. En un nuevo aniversario de su muerte en 2010 sobre él se afirma: “Nada fue en vano, ni tu breve e intensa vida, ni la lucha de tantos para que una Patria Grande nos albergue a todos”: firman Carmen y Ramiro. Un dato poco conocido. Ricardo César Poce es uno de los 163 rugbiers secuestrados-desaparecidos en nuestro país por obra de la dictadura miltar. Lo hizo en el Club Universitario de La Plata, el de la casaca negra. Juan Nápoli, que compartió equipo, tiene mucho que decir sobre él: “Ricardo jugó un tiempo con nosotros. Era wing tres cuartos. Muy rápido. Rapidísimo. Inteligente adentro y afuera de la cancha. Lo recuerdo muy bien, a pesar de que compartimos una temporada muy corta juntos. Recuerdo su actitud abierta, generosa, siempre dispuesto a ayudar. Preguntaba todo y te hacía sentir importante. Tenía siempre respuestas elaboradas. estaba un paso adelante en muchas cosas. Era inteligente, muy inteligente. pero humilde y franco. Un gran tipo y un gran jugador. Su vida se complicó desde joven. Comenzó a estudiar y a trabajar y formó una familia. No estaba ya para jugar al rugby. Tenía ideas políticas claras y un profundo compromiso social. ese compromiso le costó su participación en el equipo. Peor aún, le costó la vida. Universitario perdió un gran wing. Todos sus compañeros de equipo perdimos un amigo ¿Sabrán los desaparecedores que hicieron desaparecer una esperanza grande? La esperanza de un pibe, querible y querido, que creía que era posible un país mejor y más justo”.