“Luis”, “Tatú”, “Juan”. Fundador del Integralismo Universitario y dirigente de la Juventud Peronista en los años 60 y 70. Militante peronista y montonero que usaba esos dos nombres y ese apodo en su organización político-militar, donde tenía el grado de teniente 1°. Detenido con anterioridad al triunfo electoral de Cámpora fue amnistiado y liberado el 25 de mayo de 1973. Durante el gobierno inepto y entreguista de Isabel Martínez pasa a la clandestinidad nuevamente el 6 de setiembre de 1974, a tres meses del fallecimiento del General Perón. La represión militar lo busca por considerarlo autor y partícipe, entre otras acciones, del atentado incendiario y con explosivos contra un camión de la empresa multinacional Bunge &Born, en la localidad de Tres Isletas, Chaco, el 21 de enero de 1975. El 31 de ese mismo mes es detenido en la estación terminal de ómnibus de Sáenz Peña, Chaco. Pasó en prisión durante la última dictadura cívico-militar que se impuso en Argentina, donde fue catalogado por los carceleros como “irrecuperable”. Tan “irrecuperable” que de la nada armó una radio de onda corta y onda larga dentro de la prisión para romper la incomunicación, sin que los esbirros se dieran cuenta y según él contó, ese aparatito “todavía debe estar guardad entre los muros de la U 7”. (Su periplo carcelario; Brigada de Investigaciones, Policía Federal, Gendarmería, alcaidía oficial, U 7 Resistencia, La Plata y Rawson, hasta 1982). Justo cuando fue la Guerra de Malvinas lo liberaron. Aníbal Ponti le dijo para entonces al oficial que le avisó de su pronta liberación: “Ustedes, coronel, no sirven para la guerra sino solo para torturar”. Cuando quedó libre lo primero que hizo fue colaborar en el armado de una nueva experiencia militante: “Intransigencia y Movilización Peronista”. El 7 de julio de 2010 testimonia en la Causa contra el represor Lucio Caballero y las autoridades judiciales colaboradoras del régimen y también en la causa por los asesinatos de militantes peronistas en la “Masacre de Margarita Belén”. El 12 de marzo de 2025 fallece. Le dice su compañero Jorge Giles: “¡Chau Aníbal querido! Tu corazón dio pelea hasta el final, pero esta vez presentó armas y dijo adiós. Que la lucha de los Compañeros Jubilados y la solidaridad popular con el pueblo de Bahía Blanca sean hoy tu digna despedida, la que se merece tu lucha y tu compromiso de vida. Gracias, por tanto, hermano. ¡Nos vemos Aníbal! Siempre con el grito sanmartiniano de nuestra generación: ¡Libres o muertos, jamás esclavos! Así vivimos, así nos vamos. ¡Hasta la victoria siempre, Compañero Aníbal Ponti! El diario “Chaco Dia x Día” dijo sobre él: “Durante su gestión en la Comisión Provincial por la Memoria (luego de la vuelta de la democracia), impulsó la apertura de la Casa por la Memoria a diversas organizaciones sociales, promoviendo un espacio plural y participativo. Siempre convencido de la importancia de la unidad en la lucha por la verdad, su liderazgo dejó huella en quienes compartieron con él este camino”. Por su parte, otro medio, “El Diario de la Región” transmitió un comunicado de la Comisión Provincial de la Memoria: “No dudó en acercarse a testimoniar cada vez que su participación fue requerida en un juicio, por crímenes de lesa humanidad de los realizados desde 2010 a la fecha. Hábil declarante, siempre con total dominio de la situación, sus intervenciones son recordadas por aunar en un mismo mensaje la historia de vida del sobreviviente, y la bajada de línea, el contexto histórico y la descripción política de la época, propia del cuadro militante que Aníbal fue. Y así es como lo vamos a recordar. Nuestro abrazo y acompañamiento a toda su familia y amistades en este doloroso momento”. Su hermana, Sara Isabel Ponti (ver su registro) fue secuestrada y desaparecida por la última dictadura cívico-militar que asoló la Argentina.