“Lito”. Natural de Gualeguaychú (Entre Ríos) donde nació un 19 de junio de 1952. Creció en un hogar católico y a los 9 años ingresó a un pre-seminario local donde terminó la primaria, y luego en el Seminario de Paraná hizo la secundaria. Se fue de allí con la convicción de ser fiel al evangelio desde otro lugar. Militaba en Juventud Peronista (JP), estudiaba Arquitectura en la Universidad de Buenos Aires (UBA) y trabajaba en la sucursal bonaerense del Banco de Entre Ríos donde organizaba un grupo de la Juventud Trabajadora Peronista (JTP), ya como militante montonero. Secuestrado-desaparecido por fuerzas conjuntas de la Armada y Policía Federal, el 3 de marzo de 1977, a la edad de 24 años, en Carlos Pellegrini 833, PB 4. Capital Federal, junto a su amigo y compañero de militancia Juan Carlos Fulini. Sus hermanos, recuerdan que “Lito” decía: “San Martín hubo uno solo; la Patria se libera con el compromiso colectivo y trabajando todos en unión, firmes y solidariamente”. Y se preguntan: “¿De qué se acusó a Lito? ¿De qué fue culpable? ¿De creer que era posible una vida mejor para el conjunto? ¿De soñar con un país mejor que incluyera a todos; donde todos nacieran con las mismas posibilidades y herramientas? ¿Se lo acusó por poner en práctica lo que el evangelio le enseñó? Nadie nos ha demostrado todavía que fuera culpable de algo más que de esto…”. Su coterráneo Osvaldo Delmonte lo recuerda de este modo: “A Lito no se si lo conocí mucho o poco, apenas tenía 24 cuando se lo llevaron. Su tiempo fue mutilado, por eso, al igual que, con todos los compañeros y compañeras desaparecidos, nos quedó sabor a poco. Lo que es mucho, es el tiempo transcurrido, y también es mucho lo que nos privó el genocidio al no tener hoy gente así, buena como el Lito Raffo”.