Quien conoció muy bien sobre su vida y aportó datos de su militancia, es mi amigo y compañero, el “Negro” Gonzalo Cháves. Ernesto “Semilla” Ramírez nació el 12 de enero de 1930. En su primera juventud lo encontramos militando en la Unión Cívica Radical (UCR) en la corriente sabatinista. En el año 1952 (15 de septiembre) ingresa como trabajador (peón) en el comedor universitario que funcionaba en la calle 51 de La Plata. Allí inicia su trabajo con los no docentes y es electo delegado por sus compañeros en 1956. En las elecciones del gremio en 1958, triunfa su lista y asume como Secretario General de la Asociación de Trabajadores de la Universidad Nacional de La Plata (ATULP). Desde ese cargo desarrolla una intensa actividad gremial y en el ’64 encabeza la gran huelga de los no-docentes. Reelecto en el año 1965, ese mismo año el sindicato sufre una intervención patrocinada por el Dr. Armando Balbín (hermano del “Chino” payador) y le quitan la personería jurídica. En 1966 vuelve a recuperar el gremio y desde La Plata promueve la creación de la FATUN auténtica, Federación que nucléa a los sindicatos de Capital Federal, La Plata y Bahía Blanca, sumándose a la CGT de los Argentinos de Raimundo Ongaro. En marzo de 1975 durante el gobierno de la Isabel Martínez, el Ministro de Educación Ivanissevich, le vuelve a intervenir el sindicato. Luego del golpe del ’76 y con el gremio en manos de los militares, Ernesto Ramírez debe ocultarse no solo para salvar la vida, sino también para continuar la lucha, esta vez desde la clandestinidad. El 1° de abril de 1977 en un dispositivo de represión dirigido por fuerzas militares, su casa es destruida por la acción de una tanqueta que formaba parte del operativo. “Semilla” desde ese día forma parte de los miles de detenidos-desaparecidos que dio el peronismo a la causa nacional y popular. Militaba en Montoneros. Sus compañeros de entonces coinciden en que “fue un militante de fierro, un dirigente intachable, de esos que hubo pocos en el país. De una capacidad de trabajo enorme, que vivía para sus compañeros, los trabajadores de la Universidad de La Plata; fue ejemplo de dirigente sindical, una persona extraordinaria, solidario como pocos”.