“El Tío”. Nacido un 30 de agosto de 1922. Secuestrado en Beccar, San Isidro, el 7 de abril de 1977 a la edad de 54 años. Integrante de la vieja Resistencia Peronista, jubilado de Obras Sanitarias y de oficio carpintero, se domiciliaba frente a la U.B: “Ramón Cesaris” de esa zona, donde se desenvolvía como colaborador y adherente de los muchachos de la JP del lugar, a punto tal que les salió de garante para el alquiler del local. Fue amigo personal de Julio César Molinas (ver su registro). En el libro “Los Oesterheld” de Fernanda Nicolini y Alicia Beltrami, puede leerse al respecto: “Desde el primer día ‘El Tío’ ofreció su casa como una extensión de la Cesaris. Se convirtió en un padre adoptivo y quien quisiera, podía cruzarse a toda hora a su cocina. Ahí Rosita aprendió a comer entraña a la plancha y Beatriz, que siempre tenía frío, tomaba café. También ahí se juntaban al final del día con guitarra y vino a inventar canciones. O se quedaban toda la noche de guardia, en tiempos en los que las unidades básicas se volvieron blanco de ametrallamientos y atentados por parte de la Triple A y en la Cesaris pusieron dos bombas –el 13 de diciembre de 1973 y el 28 de mayo del año siguiente- que destruyeron el frente del local. En los dos casos, ‘El Tío’ se presentó en la comisaría para hacer la denuncia, lo que iba a quedar registrado en un informe de la dirección de inteligencia de la policía de la provincia de Buenos Aires. Hasta el pase a la clandestinidad de Montoneros en septiembre del 74 –que obligó a levantar los lugares de superficie- gran parte de las operaciones, romances, separaciones y peleas de la Columna Norte tendrían su génesis en la Cesaris. Y, también, en lo del Tío, quien iba a desaparecer en abril del 77”.