Roberto
Baschetti

Rave, Ricardo Arturo

Nacido el 3 de abril de 1956 en Castelli, provincia de Buenos Aires. Asesinado el 25 de diciembre de 1975. Hermano de Guillermo, Gustavo y Carlos Rave. Por la madrugada, un grupo del Ejército y algunos “federicos” irrumpen en la casa de la Familia Rave. Preguntan por otro hermano. Al no encontrarse el mismo en el lugar, destruyen los muebles y finalmente se llevan a Ricardo Arturo “Patulo” Rave quien como se resiste, es golpeado en presencia de sus padres, a quienes cínicamente les dicen que “éste vale por el otro” y se lo llevan a la rastra. Al mediodía su cadáver desnudo y atado con alambre de púa, es encontrado en los alrededores de La Plata totalmente golpeado, ametrallado y ferozmente mutilado, colgado en un puente de Camino Arana (Puente de Fierro en 90 y 31), mientras los diarios publicaban que “murió en un enfrentamiento”. De tan sólo 18 años, “Patulo” (“Pato” en la militancia), se había iniciado a los 15 años en la Unión de Estudiantes Secundarios (UES) –militando en el Colegio Virgen del Pilar- para ser luego un cuadro más de las milicias montoneras. Siempre en la UES pasó por la Escuela Nacional de Educación Técnica N° 1 (ENET 1) de la zona. Era un muchacho peronista lleno de alegría y confianza en la lucha popular en pos de la construcción del socialismo nacional. Era hincha de Gimnasia y Esgrima La Plata. Su pasión en las marchas políticas era darle sin asco y sin parar al bombo o al redoblante. Siempre estaba de buen humor y jodiendo. Pero ese carácter alegre, ese espíritu abierto, no le impedía analizar la realidad que lo rodeaba. En el mismo puente que colgaron el cadáver de “Patulo”, para el 2003, la Agrupación Peronista “María Claudia Falcone” del Peronismo Montonero de La Plata, inauguró el “Comedor y Copa de Leche, los Chicos del Puente de Fierro” con el agregado de una huerta comunitaria, que originó la reflexión de un compañero: “Ahora los grasitas, comen”. Estos ejemplos que a diario se dan y demuestran que la lucha por un país mejor no se termina, ratifican una vez más la vigencia de las palabras del poeta: “Podrán arrancar todas las flores, una a una, pero nunca podrán detener la llegada de la primavera”. Su hermana Mariana, en diciembre de 2010 escribió: “A 35 años del asesinato de Patulo, en ésta época de arboles navideños les digo que ¡Patulo vive! Porque después de todo he comprendido que lo que el árbol tiene de florido, vive de lo que tiene sepultado. Saludo, con los dos dedos en V”. Hay más: el día 1º de junio de 2012, en calle 8 Nº 532, entre 42 y 43 de La Plata, se descubrió una baldosa alusiva en su memoria.