Falleció el 7 de febrero de 2015 a la edad de 80 años luego de haber padecido una larga enfermedad. No hubo velatorio. Cremaron su cuerpo en la Chacarita. Fue la inolvidable compañera de Gustavo Rearte (ver su registro. Se casaron en abril de 1955) y madre de una beba que al nacer en 1957 fue bautizada como María Eva. También de un niño llamado Gustavo. Al igual que su marido, Amelia consagró su vida a la lucha por el regreso de Perón y la organización del pueblo peronista. Formó parte de la Resistencia que enfrentó 18 años de oprobio y dictaduras para sojuzgar a los argentinos. Amelia Rearte integró en la última etapa de su vida, el grupo de militantes y familiares que se movilizaron para que el proyecto de reparación histórica para miembros de la Resistencia Peronista saliera del freezer donde estaba encajado. Es que cuando en 1992 se creó el fondo de reparación histórica para los luchadores, el espíritu de los legisladores fue muy amplio, ya que no le fijaron fecha de inicio ni de término. Pero después un decreto presidencial lo limitó, acotando su aplicación a los detenidos o desaparecidos entre 1974 y 1983, con lo cual toda la franja de la Resistencia Peronista quedó afuera. Hubo cambios positivos luego de un debate de cuatro años que parecieron interminables. La ley finalmente fue aprobada por una abrumadora mayoría de 176 votos a favor, 2 en contra y una abstención, el 27 de noviembre de 2013 y estableció una pensión mensual para ex presos por razones políticas, gremiales o estudiantiles antes de la vuelta democrática, sin límite de años en su inicio, haciéndola así más abarcativa y dando cabida a los primeros resistentes peronistas.