“Pancho”. Cordobés. Nacido el 8 de mayo de 1943. Fue parte del grupo originario de las Fuerzas Armadas Revolucionarias (FAR) en esa provincia mediterránea. Su trabajo de camarógrafo en el Canal 10 de Córdoba (tipo free-lance) y yendo de un lado para otro, le permitía hacer inteligencia para su organización proveyéndola de información de primera mano. Por medio de él, su compañero Carlos Olmedo (ver su registro) sabe de la presencia de un alto ejecutivo de la multinacional FIAT en conflicto con su personal de fábrica al que además se lo había reprimido con fuerzas del ejército argentino en defensa de la patronal. Se intenta secuestrarlo, pero los guerrilleros son detectados cayendo algunos en combate y otros buscando refugio por la zona. Pancho es detenido-secuestrado junto a mi amigo EbertoArrascaeta entre el 3 y 4 de noviembre de 1971 y son ferozmente torturados. De sus bocas no sale ningún dato importante que ponga en riesgo a los demás compañeros de las FAR. Los dos saben que luego de la tortura sin fin viene una muerta cruenta. Pero de golpe los policías y milicos paran con su sucia faena y los bañan y los ponen “presentables” para que declaren frente a un juez. ¿Qué había pasado? El afamado periodista Sergio Villarroel en cuanto supo los nombres de los “chupados” los dio a conocer por los medios con el fin tácito de que se preservaran sus vidas y y se los legalizara. Y lo logró. Y no solo eso, también se movilizaron a partir de que la noticia se hiciera pública, estudiantes de diversas facultades universitarias pidiendo por los militantes apresados. Pancho quedó en libertad el 25 de mayo de 1973. Fue referente de la Conducción Nacional de Montoneros en Zona Norte del Gran Buenos Aires en la Secretaría Política. Luego avatares y discusiones internas sin solución lo llevaron a separase de la organización, aunque siempre brindando ayuda y colaboración a los militantes en problemas. Finalmente salió de Argentina bastante después del golpe cívico militar del 24 de marzo de 1976, vía Brasil. Eberto que lo conoció y lo apreció mucho lo recuerda aún hoy en día como un hombre que no se caracterizaba dentro de la “orga” por sus argumentos ideológicos o la convicción a través de la palabra, eso no era lo suyo. Pero era inmensamente valorado, querido y respetado por ser amable en el trato, parsimonioso, lleno de afecto con los demás, responsable en sus tareas y siempre preocupándose por la persona que tenía a su lado. Rivas Falleció el miércoles19 de mayo de 2021 en Resistencia, Chaco.