Roberto
Baschetti

Rojas, Luciano Isaía

(No Isaías). Luciano era uno de los cuatro hijos del matrimonio conformado por Lorenzo Fulgencio Rojas y Zulema Elizondo; sus hermanos se llamaban Juana, José y Jesús. En un baile en Buenos Aires conoce a quien sería su esposa, María Teresa Leiva, con quien tendrá dos hijos. El era sargento Músico del Ejército Argentino. Tocaba el clarinete. 33 años. Nacido en Gualeguaychú, Entre Ríos. Y fue tambor mayor del Regimiento 2 “General Balcarce”. Peronista. Fusilado en la Penitenciaria Nacional de la Avenida Las Heras. Ocurrió luego del frustrado intento del 9 de junio de 1956 (comandado por el General Juan José Valle), por recuperar la soberanía popular arrebatada por el sangriento golpe militar de Rojas y Aramburu, protagonizado un año antes. Cabe acotar que Rojas hizo su presentación voluntaria ante el jefe del Regimiento, teniente coronel Adalberto Arturo Clifton Goldney, pues habiéndose detenido a Pugnetti y Costa –y próximos a ser fusilados- no quería que estos pensaran al morír, que él, que también habia participado de la intentona liberadora, los había delatado. Clifton Goldney en lugar de preservar su vida (ya que nadie lo había mencionado como integrante del Movimiento Revolucionario) ordenó de inmediato que se lo pusiera junto a los otros dos para que también fuera fusilado. Los investigadores Osvaldo Delmonte e Ignacio Journé cuentan que “Uno de los soldados que integraba el pelotón de fusilamiento temblaba. Había reconocido a quien debía ajusticiar, era el sargento Rojas, bastonero de la Banda del Regimiento 2 de Infantería con asiento en Palermo. El fusil le pesaba y su tribulación era tan grande que fue advertida por quien iba a morir. ‘No es nada muchacho’, le dijo en tono comprensivo y paternal ‘apuntá acá’ y cuando la descarga era iminente gritó bien fuerte: ¡Viva la Patria, viva Perón, viva el Regimiento 2!’”. Fue enterrado en el cementerio de la Chacarita. En junio de 2019, Osvaldo Delmonte suma información: “El teniente coronel Adalberto Arturo Clifton Goldney decide, el 11 de junio de 1956, aunque el sargento no haya disparado un solo tiro, fusilarlo. El día 19 de junio de 2019, sesenta y tres años después, en un acto de justa reparación histórica, el Concejo Deliberante de la ciudad de Gualeguaychú recordó y homenajeó, en presencia de sus familiares, al sargento músico asesinado. La dignidad de su vida y de su muerte, nunca la alcanzarán sus verdugos. Sargento Músico Luciano Isaía Rojas ¡Presente! En la memoria de este Pueblo”. Eduardo Rojas, hijo de Luciano, tenía 45 días cuando su padre fue fusilado. Testimonia lo siguiente: “Mi madre era peluquera. Después de que lo fusilan a mi padre pasamos situaciones muy difíciles. Se aparecen los comandos civiles de los gorilas, para patotearnos y perseguirnos. Mi madre ponía cadenas en las ventanas, en las puertas. Nos las pateaban. Y mi madre dormía con un 38 debajo de la cama. Estábamos solos, ella con mi hermanito de 2 años, una hermana de 11 años y yo de 2 meses”. Quien crea que la famosa grieta comenzó ahora, es un iluso o un mal intencionado. El odio oligárquico nunca descansa.