“Toto”. Nacido el 3 de mayo de 1925 en Tafí Viejo.Trabajador de los talleres ferroviarios en dicha localidad tucumana, que daban trabajo a 5.500 almas. Desde un principio perteneció a la Resistencia Peronista y de ahí más consagró su vida a defender los derechos de sus compañeros y enfrentar a todas las dictaduras de turno. No estuvo sólo lo acompañaron estos trabajadores entre tantos otros: “Cutiti” Díaz, “Chichilo” Céliz, “Tableta” Gutiérrez, El “Loco” Alderete, “Chichí” Roselli, el “Gordo” Sosa, “Turu” Brizuela, el “Gordo” Novoa, Andrés Suter, “El Inglés” Campbell. Su vida fue ejemplar y tuvo que ver con la coherencia, la valentía, la honestidad, la solidaridad, la amistad y la abnegación permanente en pos del ideal peronista de luchar contra las injusticias, la explotación y la miseria. Fue parte de los Mau-Mau. ¿De quién? De los Mau-Mau. Este núcleo de resistencia ferroviaria pertenecía a los talleres de Tafí Viejo y desarrollaba una resistencia integral que iba desde los paros, hasta los sabotajes; de la interrupción de los servicios a los “aprietes” a los carneros y ataques a los comandos civiles de los “gorilas” luego de 1955. Fueron estos “gorilas” los que los denominaron “Mau-Mau” porque “esos peronchos” eran indígenas y negros como los Mau-Mau del Frente de Liberación de Kenya en África, liderados por Yomo Kenyata, esos que les cortaban la cabeza a los colonialistas ingleses y las exhibían ensartadas en lanzas como escarmiento. Así quedaron bautizados. No se sintieron ofendidos. Reivindicaron la lucha de los negros de allá y las unieron a las luchas de los negros de acá. El “Toto” Romero nos dejó en agosto de 2010. Su ejemplo perdura en las nuevas camadas gremiales de ferroviarios dispuestos a dar lucha a un sistema capitalista injusto y opresivo por naturaleza.