Nació en Capital Federal (Barrio Norte) el 20 de agosto de 1906. Abogado a los 20 años, profesor secundario y universitario, historiador. Su militancia política comenzó en las filas de la democracia progresista pero su interés por la historia lo llevó al encuentro con el pueblo real y no al estereotipado de los libros. En 1938 en Santa Fe, junto con otros estudiosos fundó el Instituto de Estudios Federalistas dando comienzo así, a la cíclope tarea, del revisionismo histórico. En la década del ’40 lo echaron de la Universidad de La Plata por defender a la “primera tiranía” (la de Rosas). Durante la segunda guerra mundial por atacar a Inglaterra lo tildaron de “nazi”. En 1942 sale su primer libro de historia argentina: Defensa y pérdida de nuestra independencia económica”. En 1946, apoya en las elecciones del 4 de febrero a Perón, desde la Alianza Libertadora Nacionalista (ALN). El triunfo pírrico de la auto denominada “Revolución Libertadora” lo encuentra viviendo en la ciudad de La Plata, donde da cátedras en el secundario y la universidad. Lo dejan cesante y también lo encarcelan por dar refugio a su amigo y compañero John William Cooke. Pasa 70 días en prisión, 35 de ellos incomunicado. Al salir en libertad y fortalecido en su fe peronista, se suma al intento revolucionario del general Juan José Valle en 1956. Fracasada la intentona lo buscan para fusilarlo, pero logra asilarse en Montevideo. Luego se va a España hasta 1958. Ese año vuelve a la argentina y se gana la vida con los derechos de autor de sus libros y dando cursos de historia en los sindicatos peronistas, en donde se complacía en demoler históricamente a nefastos personajes como Rivadavia, Mitre y Sarmiento. Sigue siendo un hombre de la Resistencia Peronista: donde hace falta, está. Fue durante muchos años presidente del Instituto “Juan Manuel de Rosas”. La aparición de su libro “Francisco Solano López y las montoneras argentinas” le hacen ganar reconocimiento y prestigio merecido en el pueblo hermano paraguayo. En cierta oportunidad que tuvo reivindicó las figuras del “Che” Guevara y Fidel Castro como combatientes de la causa americana. Es integrante del avión charter que trae a Perón del exilio luego de tantos años de lucha, el 17 de noviembre de 1972. Para entonces ya se han publicado los 13 tomos de su historia argentina a los que, luego de su muerte, se le agregarán cuatro más. Después del triunfo electoral del 11 de marzo de 1973 y luego de asumir el gobierno el 25 de mayo del mismo año, Perón en persona, lo nombra embajador en Paraguay; pero cuando este fallece en julio de 1974, Rosa tiene problemas con el canciller Vignes y opta por dejar Asunción y aceptar la embajada argentina en Grecia. Luego del golpe militar de 1976 vuelve a la Argentina; sus libros son sacados de las bibliotecas y no se encuentran en las librerías. El viejo gladiador no se resigna y con el tiempo saca una revista que pondrá en jaque a los militares: “Línea”. Unica manera en un momento en que “desaparecía” gente todos los días, de mantener viva la llama del pensamiento nacional y popular… Con el regreso de las formas democráticas a nuestro país, edita, “Perón. Treinta años que conmovieron la política argentina”, en 5 tomos. En 1987, la Municipalidad de Buenos Aires lo distinguió con el título de “Ciudadano Ilustre”. Nuestro querido e irreemplazable José María “Pepe” Rosa se fue de este mundo el 2 de julio de 1991 debido a una crisis cardíaca. Murió sin poder concretar su gran sueño: un manual de historia argentina para las escuelas.