“Sere”, “Serenata”, “Loco Serenata”, porque era un tipo muy divertido. Le gustaba el conjunto de música beat nacional “Los Gatos” que lideraba Lito Nebbia y su composición musical “El rey lloró”. Militante de Juventud Peronista en el barrio porteño de Floresta, en la Unidad Básica “22 de Agosto”. Era muy amigo del “Canca” Juan Carlos Dante Gullo, referente de la Regional I de J.P. El 21 de agosto de 1978, a las diez de la noche en una cita cantada, secuestran a Juan Carlos Rugilo que se desempeñaba como Aspirante montonero del Departamento Político de dicha organización guerrillera peronista. Estaba soltero y tenía 26 años. Era delgado y tenía cabello castaño oscuro. Fue visto en el CCD “El Olimpo” antes de su asesinato. Quienes conocieron a Rugilo lo recuerdan como “un peroncho bien del barrio”, hincha de Vélez, muy futbolero y que cuando jugaba al fútbol iba al arco (al respecto, casualidad o no, se apellidaba como “Rugilo, el León de Wembley”. Los que saben de fútbol van a saber de que hablo). Es más, al decir de su amigo Daniel: “Sere” era reo, mujeriego, vago (fumaba cigarrillos negros y en discusiones y charlas gustaba de la ginebra). Ese amigo también lo recuerda por otra faceta: Juan Carlos era uno de los que más se animaba a discutir con los “extranjeros”: llamaban así a los que venían de la facultad para sumarse al trabajo barrial.