Roberto
Baschetti

Ruíz, Cristina Irma

“Leda”. Cristina Irma Ruíz de Ziccardi. Nacida el 28 de octubre de 1945 en Capital Federal. Secuestrada-desaparecida en su habitat de la ciudad de Santa Fe de la calle Castelli 4351, el 11 de febrero de 1977, a la edad de 31 años. El ataque fue hecho por militares y policía provincial. Momentos antes de atacar la vivienda dichas fuerzas de seguridad demolieron a balazos la vivienda ubicada en la calle Castelli 4571. En la misma habitaba la familia Maciel conformada por la pareja y tres hijos. La respuesta brindada al Sr. Mariano José Estanislao Maciel y su familia fue que se debió a un “error” en la dirección a la que apuntaba un operativo de los denominados “antisubversivos”. Vecinos relataron que “a esa casa la dejaron como un queso gruyere”. Vuelvo a los hechos de Castelli 4351: “El ataque insumió segundos, los que tardaron en estallar dos granadas de guerra. Del inmueble sacaron muerta a una mujer de cabello teñido rojizo, herida a una embarazada (Blanca Zapata. Ver su registro) e indemne a un hombre (Enrique Cortassa. Ver su registro). Sin embargo, el Ejército informó que todos habían muerto. En la morgue, la policía identificó a la mujer pelirroja como Cristina Irma Ruíz, pero por orden del comando militar fue sepultada como N.N.”. Cristina con anterioridad ayudaba en las villas de emergencia e inclusive había ido a Tucumán para correr la misma suerte de los trabajadores de la caña de azúcar, explotados por una patronal millonaria e insensible. En 1969 contrae matrimonio con Osvaldo Pascual Ziccardi (ver su registro) y ambos serán fundadores de la organizacion guerrillera Descamisados para luego sumarse con la fusión (1973) a Montoneros. Deja 3 hijos, la menor (Nora), que era adoptada; Gabriel de 5 años y Hernán de uno y medio. Los dos mayores fueron criados por un hermano de “El Negro” Ziccardi y hasta mediados de los ´90 estaban convencidos que sus padres habían fallecido en un accidente automovilístico. Dirá Gabriel sobre este tema: “Es duro encontrarse con la verdad de golpe. Aparece una sensación de vacío muy fuerte. Es cuando tomás conciencia de la pérdida. Al principio los sentí como dos héroes. Hoy en día hubiese preferido que estén. Quisiera que se hubiesen cuidado un poco más, que hubiesen tenido un límite. Siento un gran orgullo por mis padres. No todas las personas están dispuestas a entregar todos sus bienes y dejar sus afectos por los más necesitados, por su sueño de un mundo más justo”. En el año 2000 la Justicia Federal de Santa Fe restituyó los restos de Osvaldo y Cristina.